“TikTok se ha situado en el centro de la batalla geopolítica que enfrenta a las dos superpotencias mundiales, Estados Unidos y China. En el trasfondo se encuentran la seguridad de los datos, la influencia cultural, la competitividad tecnológica y las tensiones político-económicas”
Gran parte de la batalla geopolítica internacional se libra en las redes sociales (imagen generada con IA).
En los últimos días, la posible prohibición de TikTok en Estados Unidos ha dominado los titulares tecnológicos, subrayando la creciente preocupación por su impacto global. A diferencia de otras redes, que se centran en la interacción social y la construcción de comunidades en torno a ciertos intereses, TikTok optó desde sus inicios por un enfoque centrado en el entretenimiento puro y duro. Con su distintivo formato de videos cortos y altamente adictivos, la plataforma no solo se ha convertido en un fenómeno global, también en un campo de batalla en el tablero geopolítico entre las dos grandes superpotencias, Estados Unidos y China.
Con una base de 1.582 millones de usuarios mayores de 18 años activos (marzo 2024) que representa el 27.5% de los usuarios de internet en todo el mundo, TikTok ha demostrado un alcance y una influencia extraordinarios. Sus anuncios llegan al 19.3% de la población mundial, generando unos ingresos publicitarios de 13,200 millones de dólares. Su empresa matriz, la china ByteDance, cuenta con un valor estimado de 250,000 millones de dólares.
La preocupación de la administración estadounidense se articula en torno a cuatro conceptos clave: seguridad de datos y espionaje, influencia cultural, competitividad tecnológica y consecuencias políticas y económicas.
Una de las mayores inquietudes para la administración estadounidense es la seguridad de los datos y el consecuente uso que el gobierno chino podría hacer de los mismos, dado que las leyes del gigante asiático podrían permitir el acceso y la utilización de esa información para actividades de vigilancia o espionaje.
Otro campo de batalla es la influencia cultural que puede ejercerse a través de la red social. Dado su alto grado de penetración entre la juventud estadounidense, TikTok es una plataforma ideal para moldear la opinión pública. Su popularidad y amplio alcance la convierten en una herramienta potencialmente poderosa para promover agendas específicas, lo que genera preocupaciones sobre cómo se puede usar esta influencia para dirigir o alterar percepciones y comportamientos de un segmento demográfico crucial.
La competitividad tecnológica también representa un importante punto de fricción, ya que TikTok desafía el dominio de los gigantes tecnológicos estadounidenses como META y Google en el mercado de la publicidad digital global. Este ascenso no solo implica una competencia en términos de mercado, sino también una importante pérdida de influencia por parte de las plataformas estadounidenses en la configuración de la opinión pública mundial.
Finalmente, las reservas políticas y económicas son evidentes; la decisión sobre la regulación de TikTok no solo responde a riesgos reales o percibidos, sino que se trata de un movimiento estratégico en un tablero mucho más grande que afecta a la pugna por el poder global entre Estados Unidos y China.