Alice Weidel, candidata en las próximas elecciones a la cancillería de Berlín por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania, afirmó el pasado 9 de enero que “Hitler era comunista”. Lo dijo en una entrevista con Elon Musk, el hombre más rico del mundo, aliado de Donald Trump y propietario de la red social X, con 540 millones de usuarios. Semejante aserto, desmontable por cualquier manual de historia de bachillerato y ofensivo para quienes fueron víctimas del nazismo, muchos de ellos comunistas, tuvo una redifusión planetaria. Es un buen ejemplo de hacia dónde puede conducir a las sociedades modernas la profusión de mentiras, estrategias de desinformación y revisión alocada e interesada de la historia.
