125 AÑOS
Enero 1998
Portada del primer número del periódico correspondiente al año 1892. EL PIRINEO ARAGONÉS
En el tiempo, tan grande como el espacio, ha desaparecido para siempre el año de 1897. A la historia pasará con todo el cúmulo de hechos y sucesos de todas clases, y consignados quedarán estos en crónicas, anuarios y relatos, y esparcidos en esas hojas diarias volantes que se llaman periódicos, para que las generaciones venideras, con criterio más independiente que el nuestro, los juzguen como se merecen, y los critiquen con más espíritu de justicia. Es esa su misión; como nosotros lo hemos ejercido antes y ejercemos respecto de las épocas que nos han precedido; y lo que podemos desearles a los que nos sucedan es que aprovechen más que nosotros las lecciones que se desprenden de los hechos históricos.
Mal año ha sido el pasado, como ya lo había sido el anterior, para nuestra nación, que es lo que demás cerca nos toca; y pensando sencillamente que los sucesos prósperos o adversos encajan en los años del mismo modo que las cosechas de la tierra, pedimos en esas situaciones apuradas que apresure el paso del año, que se marche para que le reemplace pronto el venidero. La esperanza, que nunca falta, aun en los más terribles y apurados trances, nos predispone a recibir alegremente con los brazos abiertos al año nuevo, sin sospechar siquiera que, por lo malo, pueda hacer buenos a los anteriores; pero, hoy por hoy, sería injusticia grande hablar mal del recién nacido sin esperar a ver lo que da de sí el año de 1898.
Mantengamos firmemente esa esperanza consoladora, porque, si es verdad que no hay bien ni mal que cien años dure, debemos creer que el pasado ha sido el noventa y nueve, y que el presente cierra la era de desdichas que han llovido como agua de invierno sobre nuestra nación (…)