La situación epidemiológica mantiene la tendencia descendiente, aunque se ralentiza el ritmo

Aragón ha respaldado el acuerdo presentado por el Ministerio de Sanidad por el que se prevén medidas de salud pública frente al covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas comunes a todas las comunidades. En términos generales, el acuerdo establece el confinamiento perimetral de las comunidades autónomas en el periodo navideño (del 23 de diciembre al 6 de enero), además de las excepciones previstas habitualmente, los desplazamientos al lugar de residencia habitual de familias o allegados. Las comunidades podrán decidir si esta autorización se extiende a todo el periodo navideño o se circunscribe solo a días determinados.

Estas reuniones no podrán superar un máximo de 10 personas, permitidas exclusivamente para celebrar las comidas y cenas navideñas de los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. Además, se retrasa la limitación de movilidad nocturna a las 1.30 horas en Nochebuena y Nochevieja.

Aragón seguirá estudiando la evolución de los indicadores epidemiológicos que permitan decidir en los próximos días si se toman otras medidas de modulación del nivel de alerta sanitaria en el que se encuentra la movilidad.

El puente de la Inmaculada y la Constitución servirá de referencia para conocer el grado de cumplimiento de las restricciones de movilidad entre comunidades autónomas de cara a las próximas navidades.

Ahora, la mayor duda e incertidumbre, está en la fecha de apertura de las estaciones de esquí, cuya actividad depende de la movilidad interregional, por lo que el inicio de la temporada podría retrasarse incluso hasta el final de las vacaciones navideñas. Esta situación ha provocado preocupación en el sector hotelero de las comarcas pirenaicas, como señala la Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA). “Los establecimientos se muestran ya muy debilitados económicamente y temen por la pérdida de la temporada si se abre, finalmente, después del día 7 de enero, pues un tercio de la facturación total se produce en el mes de diciembre”, señala la asociación.

La incidencia epidemiológica continúa descendiendo en el conjunto de las áreas de salud de la Jacetania y el Alto Gállego, aunque en la de Jaca se mantiene un pequeño goteo de casos, a diferencia del resto, que acumulan ya varios días sin positivos, como son los casos de Sabiñánigo y Berdún (desde el 27 de noviembre), Biescas (desde el 24) y Echo (desde el 4).

En la zona de Jaca, se han producido 16 casos nuevos durante el periodo comprendido entre el 26 de noviembre y el 2 de diciembre, con una tasa de 106 casos por 100.000 habitantes. Si se atiende a los últimos 14 días, esa incidencia sube a 193 positivos por 100.000 habitantes.

La buena noticia es que la cifra de fallecimientos no ha aumentado desde el día 27 en la zona sanitaria de Jaca, que acumula 28 muertes desde que comenzó la pandemia (4 en la primera ola, y 24 en esta segunda, de ellas 23 en el mes de noviembre). El área de Sabiñánigo suma 30 fallecimientos, la mayoría de ellos en la primera ola (27 frente a los 3 contabilizados en noviembre). En Biescas-Valle de Tena, que fue una de las zonas más azotadas en primavera con 14 muertes, no se han registrado fallecimientos en otoño. La zona de Echo suma dos fallecimientos y la de Berdún uno, en ambos casos desde el inicio de la pandemia. La mayoría de las muertes son de residentes, tanto en la primera ola como en esta segunda.

Aragón sigue manteniendo la tendencia descendente en la incidencia del covid-19 desde que se produjo el pico de esta nueva ola, a finales del mes de octubre hasta ahora, si bien se aprecia “una ralentización del ritmo de descenso”, indica Sanidad. De este modo, se ha pasado de una incidencia acumulada de 601,81 casos por 100.000 habitantes en los últimos 7 días a una tasa actual de 154 casos, cifra que se mantiene sin apenas variación en la última semana.