Para ver este sitio web deber tener activado JavaScript en tu navegador. Haz click aqui para ver como activar Javascript

50 AÑOS

Febrero 1972

Una de las obras que el escultor jacetano Pedro Tramulllas exhibe a la entrada de la exposición de arte escultórico que celebra en Venecia, en la galería Campo Santa María del Giglio. Fotografía: PEDRO TRAMULLAS/EL PIRINEO ARAGONÉS

Hace unos diez años que el jacetano Pedro Tramullas Autié se trasladaba a París, ambiciosa meta de todos los artistas, para estudiar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes a fin de plasmar en bella obra sus inquietudes artísticas que desde su primera juventud anidaban en su alma.

Recuerdo su primera obrita, un pequeño Cristo tallado a punta de navaja, en un boj, en el que ya se intuía su vena de artista con acusada personalidad. Luego vinieron otras obras, estas ya talladas en piedra y mucho más ambiciosas y por fin su marcha a París.

Desde su primera exposición en Jaca en 1963; en 1964 en el Centro Cultural de Romainville (Francia) y en la III Bienal de pintura y escultura de Zaragoza en 1965, donde su obra ya llamó poderosamente la atención, han pasado siete años de trabajo intenso y de renovadas ilusiones en la vida de Pedro Tramullas.

Pedro Tramullas ha concurrido a dieciocho exposiciones internacionales, preferentemente en galerías y bienales de Francia, aunque su obra se extiende ya, además de Francia, por Austria e Italia. Pero su máxima ilusión era exponer en Venecia, ciudad italiana única e incomparable que es toda ella un museo de arte. En el pasado mes de enero ha visto colmados sus deseos realizando una extraordinaria exposición de sus obras en la galería veneciana de Campo Santa María de Giglio. Su obra ha sido presentada por dos excelentes críticos de arte de gran renombre: Gilbert Bourson y Bernard Point.

De este último recogemos el comentario que hace sobre la obra de Pedro Tramullas, escrito en lengua italiana, y que aparece en el bello folleto de presentación del artista jaqués, ya internacional, que cada vez con mayor vigor y personalidad de artista consagrado está pisando fuerte en el difícil camino de su arte.

En su apertura, una exposición de escultura es posiblemente una esperanza. Pero tratándose de las obras de Pedro Tramullas es ya una esperanzada realidad.

Es preciso contemplar sus «Pierres Levées», encontrarse con el artista y hablar de granito, mármol o calizas. Veréis entonces como de la materia puede surgir una especie de mística y como se concreta en signos simples y evidentes.

Entonces por qué asombrarse cuando se ven pequeños objetos como provenientes de la divinidad y que son, sin embargo, de nuestro tiempo, ya que con frecuencia emergen de la mezquindad de los trastos viejos de un desván.

Se descubre un viejo pedal de piano, unos tornillos o algunos pernios, que después de tratados artísticamente ascienden a la categoría de objetos maravillosos.

Pedro Tramullas posee ese don de la metamorfosis que alaba su compatriota Picasso y que nos permite comunicar con lo material, independientemente de cada función, simplemente por el placer de imaginar y, por ende, de sentir. BERNARD POINT (Por la trad. Valentín Martín).

Deseamos muchos triunfos a Pedro Tramullas, hijo de otro gran artista jacetano de las cámaras fotográfica y cinematográfica y buen realizador del arte pictórico, que es don Antonio Tramullas Beltrán, y de doña Margarita Autié de Tramullas, reconocido en todo el mundillo cinematográfico como un gran reporter cameraman, especialmente a través de los espacios de Televisión Española. Testimonio y el actual España Siglo XX que contiene gran parte de su obra, tan unánimemente elogiada por los distintos medios informativos nacionales, de la que nos ocuparemos en otro momento.

 

No hay comentarios todavía

Los comentarios están cerrados