El puente medieval de San Miguel sigue expuesto a las acciones vandálicas que aceleran su paulatino deterioro. Los últimos destrozos, causados en la zona superior del antepecho del puente, han transformado las grietas que ya estaban detectadas en un amplio hueco que amenaza con aumentar su tamaño si no se interviene rápidamente, ya que las piedras de mampostería que han quedado a la vista apenas ofrecen resistencia.
