Estuvo al frente de la alcaldía durante cinco años, en dos mandatos diferentes, y fue también presidenta de la Asociación Doña Sancha entre 2011 y 2015
Charo García, en el centro, en el acto de homenaje a las presidentas de la Asociación Doña Sancha en 2016. EL PIRINEO ARAGONÉS
María Rosario García Piedrafita, alcaldesa de Santa Cruz de la Serós, falleció este jueves, 27 de enero, en Pamplona a los 62 años. Charo, como la llamaban sus compañeros y amigos, ha estado al frente de la corporación municipal durante cinco años, en dos mandatos distintos. Fue elegida concejal en 2015 y se hizo cargo de la alcaldía en agosto de 2017, tras la renuncia presentada por su compañero y entonces alcalde Sergio Lacasta. En las siguientes elecciones, en mayo de 2019, volvió a presentarse como independiente, dentro de la lista del PSOE, obteniendo de nuevo la confianza de los electores para otros cuatro años.
García ha estado pendiente de los asuntos municipales “hasta los últimos días”, recuerdan sus compañeros en el ayuntamiento, una prueba más de su capacidad de trabajo, implicación y compromiso personal hacia lo público.
Su vocación de servicio hacia los demás y la sociedad ha sido una constante en su vida, tanto en su trayectoria profesional en el Hospital de Jaca como en el tiempo que ejerció la presidencia de la Asociación Doña Sancha, durante el periodo comprendido entre 2011-2015. Como reconocimiento a esta labor fue homenajeada en 2016 en un acto que reunió a las ocho presidentas que desempeñaron el cargo hasta esa fecha.
Finalizada esta etapa, no dudó en dar un paso al frente e implicarse en el gobierno municipal de Santa Cruz de la Serós. Si bien en aquel momento no entraba dentro de sus planes la posibilidad de asumir la alcaldía, como ocurrió dos años después, no vaciló cuando llegó el momento de hacerlo, anteponiendo su sentido del deber y la responsabilidad a cualquier otra aspiración.
La muerte de Charo García ha sido muy sentida no solo entre sus vecinos de Santa Cruz de la Serós, sino también en la Asociación Doña Sancha y en el Hospital de Jaca, donde ha dejado una gran huella como profesional y persona. “Te echaremos mucho en falta, tu sonrisa, tu compañerismo… Nos has dejado un recuerdo inolvidable”, han escrito sus compañeros en las redes sociales.
La relación con El Pirineo Aragonés siempre fue cercana, cordial y respetuosa; una mujer dinámica e implicada en todo lo que hacía, y predispuesta a colaborar. También fue una defensora de los derechos de la mujer y de la igualdad de oportunidades: “Rendimos homenaje a las que dedicaron su esfuerzo y su trabajo en luchar por defender derechos, pero todavía queda mucho camino por recorrer y deberemos seguir trabajando para intentar conseguir una igualdad de oportunidades y hablar de una sociedad igualitaria”, fueron sus palabras como presidenta de la Asociación Doña Sancha en los actos del Día de la Mujer, el 8 de marzo de 2013. Sirvan ahora para dejar constancia de su recuerdo y de compromiso con la sociedad de su tiempo.