Un montañero barcelonés falleció al caer unos 200 m mientras practicaba la escalada, en el tercer accidente de estas características en lo que va de año
Momento en el que el equipo de rescate accede al lugar donde se encontraba el cuerpo del montañero fallecido. GUARDIA CIVIL
Un montañero de 58 años, vecino de Barcelona, perdió la vida el sábado en un accidente de montaña en la cara norte del pico Aspe, en el término municipal de Aísa. Es el tercer suceso de estas características que se produce en lo que va de año en este lugar, tras el ocurrido el pasado 13 de enero, cuando un escalador pamplonés, de 27 años, falleció al precipitarse unos 200 m y golpearse contra las rocas en una zona de nieve y hielo. Pocos días después, el 27 de enero, un montañero bilbaíno, de 62 años, sufrió igualmente una caída –también de unos 200 m– en el collado de Tortiellas y tuvo que ser evacuado hasta el Hospital de Jaca.
Aunque el Pirineo no acumula grandes cantidades de nieve para estas fechas del año, la montaña sí que está muy peligrosa debido al hielo, que está sometido a rápidos cambios de estado debido a la fluctuación que sufren las temperaturas durante el día y la noche.
La Guardia Civil fue avisada del accidente pasadas las cinco de la tarde. Un compañero del fallecido, un hombre de 57 años, se puso en contacto con el 112 alertando de que el alpinista se había precipitado unos 200 m mientras se encontraban en la vía norte clásica del Aspe, golpeándose con varias piedras.
Se activó al GREIM de Jaca, a la unidad aérea de Huesca y a un médico del 061, que, tras sobrevolar la zona, localizaron al montañero. Cuando llegaron hasta él, “presentaba signos incompatibles con la vida”, informó la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil en una nota de prensa.
Tanto el compañero ileso como el cuerpo sin vida del fallecido fueron evacuados en la aeronave: el primero hasta Candanchú, donde pudo continuar con sus propios medios, y el segundo hasta el helipuerto de Jaca, donde esperaban los servicios funerarios para su posterior traslado al Instituto de Medicina Legal de Huesca.