Lo reconozco, me gusta colgar frases motivadoras en mis redes sociales a diario, de hecho, llevo haciéndolo varios años… y como creo firmemente que la mejor forma de hacer las cosas es dar ejemplo, en eso está mi principal ocupación que no preocupación desde que entré en política.
Por cierto, dos años han pasado ya desde la toma de posesión como concejal en el Ayuntamiento de Jaca ejerciendo la labor de portavoz del grupo popular y diputado provincial, por lo que, llegados al ecuador de la legislatura, es bueno hacer balance del trabajo realizado, de lo aportado, de lo propuesto, de lo consensuado, de lo conseguido… y cuando se está en la oposición, de explicar y comparar con el equipo de gobierno lo que hubiésemos hecho nosotros si gobernásemos.
Pero pocas veces nos paramos a analizar el aspecto más humano de la política. Ese lugar donde se encuentran y muchas veces se esconden los principios y valores que deben regir en toda persona que se adentra en este mundo.
Por lo que a mi respecta, desde el inicio de esta andadura, he querido primar las formas amables y cercanas alejándome de la crispación, sin aferrarme a una defensa radical ideológica y, por supuesto, dejando siempre al margen las cuestiones personales. Como deportista que soy, al finalizar el partido nos damos la mano dejando en el campo las controversias… y eso mismo debería ocurrir en la política.
Por mucho que tengamos claro cuál es el modelo de ciudad que queremos conseguir a base de buena gestión, de inversiones inteligentes, de atraer empresas para generar empleo y en definitiva construir un futuro próspero, nada de eso tendrá sentido si como personas, y en este caso como políticos, no sabemos dar la talla, teniendo altura de miras, sabiendo liderar cualquier proyecto, si no se realiza bajo el prisma de unos principios y valores nobles.
Me siento muy orgulloso del equipo de trabajo que tengo y del partido al que represento porque he encontrado en ellos esos principios y valores que defiendo.
La semana pasada, a propuesta del profesor de economía y de los alumnos de primero de Bachillerato del I.E.S. Domingo Miral, los portavoces municipales tuvimos un debate político en el salón de actos del instituto e independientemente de los temas propuestos para debatir, mi idea desde el principio fue clara: transmitir los principios y valores que deben regir en la política actual basados en la LIBERTAD.
Que los jóvenes entiendan que pueden y deben pensar por sí mismos, sin ajustarse a las modas o incluso a adoctrinamientos superfluos, que expresen sus ideas sin complejos, pero sin supremacía.
Que no se preocupen en decir si son de centro, de izquierdas o de derechas porque lo verdaderamente importante es forjar una personalidad propia que lleve aparejada altas dosis de humildad, de educación y sobre todo de RESPETO por el que piensa diferente.
Esa será su verdadera revolución de futuro.