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Toño L'Hotellerie y Carmen Santoro, actores de La Memoria de la Piedra

Este espectáculo es importante para Jaca y queremos hacerlo muy bien”

Toño L’Hotellerie y Carmen Santoro son los protagonistas de La memoria de la piedra, el espectáculo que cautivó a más de 50.000 visitantes de la Ciudadela, desde su puesta en marcha, hace siete años. El actor y padre de esta divertida actividad se encarga de dar vida a Felipe II, el niño del Burnao, Spanochi y Juan de Velasco, mientras que la actriz ­–sustituta de Emilio Larruga– asume el papel de la Ciudadela y los nuevos roles de la madre del Burnao y la capitana de los Tercios. La química entre ambos actores jaqueses consolida la frescura y el humor de una propuesta que mantiene su calidad y su rigor histórico, adaptándose a las necesidades establecidas por la pandemia. Este viernes a las 21:00 horas y el sábado y el domingo a las 20:45 horas habrá dos nuevos pases del espectáculo, que en agosto se ofertará de miércoles a domingo en este último horario.

“Ha sido un año complicado por el COVID-19 y Emilio (Larruga) tenía cosas contratadas, con lo que me encontré que tenía que incorporar a un actor. Y pensé ‘¿por qué no una mujer?’. Cuando ves la información sobre la Ciudadela, es como si las mujeres no existieran, cuando en el siglo XVI algunas fueron capitanas de los Tercios. Me parece algo bonito y además es el momento de incluir a la mujer”, afirmó Toño.

De este modo, el actor entró en contacto con Carmen y “hubo muy buen feeling desde el principio”. “No nos conocíamos y no tenía referencias de ella. Le planteé el proyecto, le envié el guion, vino a Jaca y le dimos forma”, continuó el jaqués, que confiesa que cuando escribió los papeles de la última familia del Burnao “eran una madre y su hijo”, por lo que “las cosas vuelven a su ser”.

Carmen tuvo ocasión de ver el espectáculo en 2019. Señala que “estaba todo hecho” y agradece la confianza de Toño. “Estoy actuando con bastante libertad y al ser un trabajo con público se asemeja a lo que he estado haciendo mucho tiempo”, dijo la jaquesa, que estuvo años “volcada con la enseñanza” y se siente satisfecha al “alternar una cosa con la otra”.

El espectáculo comienza con la aparición de la Ciudadela. “Es un personaje que había hecho yo, pero estaba deseando que fuera una mujer. La voz de la piedra tiene que ser femenina y Carmen tiene una voz preciosa”, aseguró Toño. “Somos actores distintos y cada uno le da su propia impronta”, agregó Carmen, que reconoce que “no es un papel fácil por cuestiones técnicas y climatológicas”.

La capitana de los Tercios “es el papel más arriesgado, pero es muy divertido”. “A este personaje le voy dando matices y empieza a trabajar por sí mismo”, afirmó la jaquesa, que instruye a los visitantes en el arte de la guerra. “El público cada día es distinto y responde muy bien. Viene con ganas de divertirse, entra al juego y son muy respetuosos tanto los mayores, como los pequeños”.

“Con el diálogo del niño del Burnao y su madre, se intentan condensar muchas cosas: el origen de Jaca, como capital del reino de Aragón, Sancho Ramírez, Felipe II, el ajusticiamiento de Juan de Lanuza…”, enumeró Toño. La síntesis de la escena es que “la familia abandona un barrio de una riqueza increíble, que nació a la sombra del Camino de Santiago y fue enajenado para construir la fortaleza”.

“Todos sabemos del carácter devoto y cuasi misterioso de Felipe II y yo intento darle esa impronta al personaje, que es oscuro y gótico”, continuó el actor, que también da vida al arquitecto de la Ciudadela, Spanochi, cuyo monólogo se traslada a la casamata. El de Italia “finge que el público es la brigada que construirá la Ciudadela y habla de cuestiones de su construcción”, de modo que “hay una interacción con los visitantes, que sin darse cuenta son protagonistas”.

Para Carmen, “la Ciudadela es maravillosa” y ofrece “tantos lugares estupendos para hacer teatro que cualquiera es bueno”. “El decorado natural es fantástico. Es un regalo”, agregó la jaquesa, para la que es un proyecto especial, al reencontrarse con familiares y amigos. “Cuando tenía la compañía, presenté proyectos, pero no hubo posibilidad. Es la segunda vez que actúo en Jaca”.

Tras siete años en cartel, La memoria de la piedra renueva su equipo técnico y artístico, pero “mantiene su esencia estructural” y la apuesta por “el teatro vivo”, introduciendo gags, alusiones al público o cuestiones actuales para que cada función “sea diferente”. “Esperemos que esto fructifique y crezca y seguir contando con el respaldo del público de Jaca y el de fuera”, dijo Toño.

Carmen espera que el público se vaya con dos sensaciones. “Por un lado, la de pasar un buen rato, divertirse, reírse y colaborar de alguna manera. Hay mucha gente a la que no le gusta que la saquen, pero ven que se sienten cómodos y se ríen muchísimo”, apuntó la jaquesa, para la que también “es importante que el público se marche conociendo un poco más la historia de Jaca”.

“La gente, cuando sale, lo primero que te dice es ‘cuánto me he reído’ y ‘qué bien me lo he pasado’. Y al día siguiente, empiezan a pensar cuántas cosas pasaron en Jaca”, afirmó Toño, que suma 35 años en el mundo del teatro. Con este guion se propuso “reducir los datos históricos al mínimo, porque la gente quiere reír y pasarlo bien, como cuando va al teatro a distraerse”.

Como dificultad añadida, los actores trabajan ante un público al que no ven sonreír por las mascarillas. “Yo he aprendido a saber cuándo se ríen con los ojos”, declaró el jaqués, que da vida a dos personajes –el niño del Burnao y el maestre de campo Juan de Velasco– que “tienen mucha gestualidad” y generan un gran número de carcajadas entre los asistentes, con los que “se guarda la distancia de seguridad”. “Somos especialmente escrupulosos con esto”.

Allá por 2014, se puso en marcha La memoria de la piedra. “Empezamos haciéndolo quince días en agosto y desde entonces, hemos llenado el calendario”, dijo Toño. “Es bonito y también una presión, porque este espectáculo es importante para Jaca. Tenemos esa responsabilidad y queremos hacerlo muy bien. El trabajo se va asentado y nos satisface muchísimo como actores. Carmen lleva poco tiempo (debutó el 10 de julio). Yo llevo el texto en la piel. Para hacerlo bien, tenemos que disfrutar. Si no, el público lo nota. Y disfrutamos mucho”, concluyó.

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