La iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcángel en Castiello de Jaca es un edificio románico del s. XII, construido con sillarejo de piedra –posiblemente de la cercana cantera de Torrijos– y aspecto robusto, similar a otras edificaciones coetáneas y que ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de su historia1. El acceso al tempo, se efectúa atravesando un pórtico cubierto, enrejado en uno de sus lados y la portada renacentista en piedra, que acaba de ser restaurada, adosada a los pies del edificio. Este arco de entrada se introduce posiblemente a finales del siglo XVI, momento en el que se alargó la nave de la iglesia, se le añadieron dos capillas a cada lado y se construyó y se recreció en altura, sustituyendo la antigua techumbre por las actuales bóvedas de crucería estrellada de estilo gótico, que recuerdan a las de la nave central de la Catedral de Jaca. Ya en el siglo XVII, se sumó el coro, se amplió la torre del campanario y se decoró la iglesia con su dotación artística, destacando el retablo barroco del altar mayor, dedicado al titular de la iglesia, realizado por los escultores Jusepe y Francisco de Ruesta, fechado en 16852 y restaurado también recientemente por el Ayuntamiento de la localidad.