La fiesta en todo su esplendor (sin restricciones sanitarias). Buen tiempo asegurado, al menos durante el viernes. Una afluencia masiva a las calles del casco viejo. Grandes y pequeños descontando las horas para entonar el himno como un pueblo unido y orgulloso de sus raíces.
Tanto los ingredientes habituales, como el contexto sanitario y factores propios de esta edición –como el refuerzo de los hermanos de la Asociación Festera de Moros y Cristianos de Elche– animan a pensar que la sociedad jaquesa celebrará por todo lo alto el Primer Viernes de Mayo, que lucirá su condición de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
“Las sensaciones son muy buenas, como en 2022, que hubo un ambientazo, tras dos años de pandemia. Va ser otro gran año”, dijo Carlos García, el presidente de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo, que, junto al Ayuntamiento de Jaca, afronta horas intensas para coordinar todos los recursos humanos, tratando de que la fiesta salga a pedir de boca.