Con gritos de “¡Esquí, hurra!, ¡Esquí, hurra!” despidieron a Eduardo Roldán sus compañeros de la Escuela Española de Esquí al término del funeral celebrado este domingo en la Catedral de Jaca. Fue el último adiós a una de las personas más influyentes en el mundo de la nieve y los deportes de invierno en nuestro país, cuyo nombre siempre estará vinculado a la estación de Candanchú, de la que fue director y referencia durante varias décadas.
Roldán falleció el viernes en Pamplona, donde permanecía ingresado desde este verano en la Clínica Universitaria de Navarra, a causa de unos problemas en la cadera, derivados, a su vez, de una enfermedad degenerativa, que no pudo superar debido a las diversas complicaciones que se fueron presentando.
El rey Felipe VI acudió el sábado al tanatorio de Jaca a dar su último adiós a Roldán, y las infantas Elena y Cristina e Iñaki Urdangarín y dos de sus hijos asistieron el domingo al funeral en la catedral, como se muestra en las fotografías.