Un devastador incendió arrasó anoche la tercera planta del edificio conocido como Casa la Rubia, ubicado en el número 7 de la avenida Primer Viernes de Mayo de Jaca. El fuego, que pudo originarse en una chimenea, se extendió rápidamente por la cubierta de madera y cañizo, un material que arde con mucha facilidad, como explicó el jefe de equipo del Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Jaca, Jesús García Nasarre.
La única familia que residía en el inmueble, una mujer de casi 80 años y su hijo de 56, tuvieron que ser desalojados, al igual que los 12 vecinos que viven en el edificio contiguo, Casa Borau, si bien todos ellos resultaron ilesos. Las llamas calcinaron completamente el piso donde residía la madre con su hijo, que no pudieron hacer nada para salvar sus enseres y objetos personales.
En el operativo, participaron 16 bomberos, 6 de Jaca y 10 de los parques de Sabiñánigo, Boltaña y Barbastro, empleándose inicialmente 7 vehículos de extinción: 3 camiones autobomba, 2 nodrizas y las 2 autoescalas de Jaca y Sabiñánigo, a la que se sumó posteriormente otra procedente de Barbastro.
La primera fase del incendio se dio por controlada pasadas las 2 de la madrugada, cuando se evitó que el fuego se extendiera al edificio anexo. Era el comienzo de una larga intervención que ha continuado durante la mañana enfriando las zonas que podían reportar algún peligro y valorando los daños producidos en el interior.
El incendio en el momento de mayor apogeo. EL PIRINEO ARAGONÉS
22.30, hora del comienzo del fuego
El fuego comenzó en torno a las 22.30 horas. Fue la Policía Local, que estaba de patrulla en esos momentos por la avenida Primer Viernes de Mayo, la que se percató de que salía humo de la cubierta. Enseguida alertaron al Servicio de Emergencias y accedieron al edificio para evacuar a los vecinos, que en ese momento ya estaban pidiendo auxilio. “Fue el hijo, que bajaba por la escalera, y que nos encontramos cuando estábamos subiendo al piso”, relató uno de los policías que intervinieron en ese primer momento.
La madre y el hijo eran los únicos inquilinos que ocupaban actualmente este edificio de cuatro plantas: las tres primeras con viviendas y una cuarta que da acceso a una torreta en la que se ubican las falsas. Ambos vivían desde hace más de tres décadas en uno de los tres pisos de la tercera planta, que han quedado completamente destruidos, al igual que la torreta de los trasteros.
La primera dotación en llegar fue la del Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Jaca, que el próximo 1 de febrero está previsto que pase a integrarse en el nuevo Servicio de Extinción de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la provincia de Huesca, con una dotación de 5 bomberos y la mayor parte de los vehículos que actualmente pertenecen al parque municipal.
“Cuando hemos llegado nos hemos encontrado con una carga de fuego importante”, comentó Jesús García Nasarre a las 2.15 horas de la madrugada, cuando el incendio empezaba a darse por controlado. “El acceso a la vivienda ha sido complicado, porque la puerta estaba cerrada, y luego es un edificio de construcción vieja, de madera y cañizo, un combustible que para el fuego es como una golosina”, señaló.
Atacando el fuego desde la autoescala ubicada en el vial perimetral de la ciudadela. EL PIRINEO ARAGONÉS
El primer frente de ataque se montó en la parte trasera, la que da a la ciudadela, donde se colocó una de las autoescalas, para tratar de controlar las llamas y evitar que se extendieran por el tejado y alcanzaran al edificio contiguo. Dadas las características de la construcción, con materiales antiguos y que arden con facilidad, y el viento de dirección norte que soplaba en esos momentos, fue necesaria la presencia de más refuerzos. Hasta el lugar llegaron equipos y efectivos procedentes del parque de Sabiñánigo, que colocaron otra autoescala en la avenida, para intervenir desde otro frente de ataque. Más tarde se incorporaron bomberos y medios de los parques de Boltaña y Barbastro, con un tercer vehículo autoescala.
“La primera y la segunda autoescalas, como el resto de las dotaciones, se han centrado en controlar la propagación [del fuego] en el propio edificio y en los edificios anexos”, apuntó el jefe del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Provincial de Huesca, Óscar Aguarta. “Nuestra preocupación máxima era evitar la propagación hacia el edificio anexo, y luego hacia las plantas inferiores” de la casa, aseguró.
Momentos más críticos
En torno a la medianoche se vivieron los momentos más críticos, cuando se temió que el fuego alcanzará a Casa Borau, cuya fachada es contigua a Casa la Rubia, y solamente está separada en el interior a través de un pequeño patio de luces.
Una de las primeras medidas fue sacar las bombonas de butano que había en el almacén de la planta baja, labor en la que participaron los propios vecinos, así como agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Jaca.
Jesús Borau, uno de los propietarios y residentes en Casa Borau, relató que, en su caso, tuvieron tiempo de “sacar algunas cosas de casa”, antes que de fueran desalojados, en previsión de la posible evolución que pudiera tener el incendio. “Estaba viendo una película cuando me han llamado, porque no me había enterado”, comentó ya más tranquilo, cuando el fuego empezaba a estar estabilizado.
Completada la primera fase de control de las llamas, se realizó un ataque dentro del inmueble, “para evitar la propagación hacia las partes interiores del edificio”, relató Aguarta, algo preocupado aún por el viento que soplaba del norte y que no favorecía el trabajo de extinción.
Noche intensa
Los bomberos estuvieron trabajando durante toda la noche. A primeras horas de la mañana, aún se estaban refrescando las zonas en las que había algunos rescoldos vivos.
“El incendio está controlado, sigue saliendo un poco de humo de unas chapas que hay en el tejado y que están dificultando las tareas, pero podemos decir que está apagado totalmente”, ha señalado Santiago Tomás, concejal delegado de Obras y Servicios a las 9.00 de la mañana de hoy.
Los bomberos refrescando el tejado a primera hora de la mañana. EL PIRINEO ARAGONÉS
El edil ha confirmado que la tercera planta de la casa “está totalmente destrozada” y que incluso se ha producido un derrumbe que ha afectado a una habitación de la segunda planta debido al peso del agua y los efectos del fuego. “En estos momentos, el jefe del Servicio de Emergencias está realizando una valoración de los daños del interior”, ha relatado, si bien será mañana lunes cuando los técnicos municipales y las compañías aseguradoras inspeccionen el estado del inmueble con más detalle, incluida la cafetería Pilgrim, ubicada en la planta baja, que ha quedado inundada. “De momento se va a cerrar y a precintar el perímetro”, ha indicado.
“El otro edificio, en principio, no ha sufrido nada”, por lo que las familias que fueron desalojadas y que han pasado la noche en el Hotel Mur, “podrán volver a sus casas a lo largo de la mañana”.
En peor situación han quedado la madre y el hijo del edificio siniestrado, que han sido realojados por sus familiares. “Lo han perdido todo. Los Servicios Sociales estuvieron a primera hora con ellos, y habrá que darles todas las facilidades que se puedan”, explica Tomás. “En estos momentos no hay viviendas libres [del Ayuntamiento], pero se tendrá que articular alguna solución”, añade.
En este sentido, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, que estuvo en el lugar durante gran parte de la noche, también se comprometió a buscar soluciones para la familia afectada.
Las labores de control se han extendido hasta bien entrada la mañana. EL PIRINEO ARAGONÉS
La única familia que residía tuvo que ser desalojada, al igual que los vecinos de Casa Borau | El fuego se inició en torno a las 22.30 horas de ayer y no se ha dado por extinguido hasta primeras horas de la mañana
Un edificio de estilo decimonónico, uno de los más bellos de Jaca
Casa la Rubia. MIGUEL RAMÓN HENARES
La conocida como Casa la Rubia está considerada como uno de los edificios más bonitos de Jaca. De hecho, en el Plan Especial de Mejora y Conservación del Casco Histórico figura con un nivel de catalogación 4A, uno de los más altos. El nivel 4 autoriza a realizar obras de reforma o reforma restringida que afecten solo a la redistribución de los espacios interiores, sin afectar a las características estructurales del edificio y sin alterar elementos comunes, tales como escaleras, patios, portales, etc. En el caso de las fachadas que vierten a la calle, tienen que conservarse sin ningún tipo de alteración.
Tanto este edificio como el contiguo (Casa Borau, que también tiene una catalogación 4A), fueron proyectados en 1926 por el arquitecto Manuel Casés Lamolla por encargo de Joaquín Gracia y Pascual Borau, propietarios de los solares que poseían en la entonces avenida de Zaragoza, actual Primer Viernes de Mayo.
Los edificios presentan características comunes, a pesar de que no son iguales. La principal diferencia entre ambos radica en que, en el número 7, el inmueble siniestrado, alternan miradores con vanos dobles abiertos a una balconada corrida y a la existencia de una gran rotonda circular culminada por un llamativo torreón.
Ambos edificios pueden encuadrarse dentro del estilo típicamente decimonónico que se denomina eclecticismo y que perduró hasta bien entrado el siglo XX.
Casa la Rubia consta de cuatro plantas, además de los bajos ocupados por la cafetería Pilgrim. Tiene siete viviendas, dos por cada una de las alturas, excepto la tercera planta, en la que hay tres, una que se abre a la avenida del Primer Viernes de Mayo, otra a la ciudadela y una tercera que cuenta con balcones y ventanas a ambos lados. En la parte superior, en la cuarta planta, se ubica una torreta con cuartos trasteros.
El edificio se encontraba actualmente inmerso en una operación de compraventa por parte de una empresa constructora interesada en rehabilitar el interior del inmueble para destinarlo a viviendas, según han indicado a este periódico diversas fuentes.
