Tuvieron que ser desalojados los trabajadores y vecinos del inmueble, aunque no se produjeron daños personales
Estado en el que quedó el interior del establecimiento, en una imagen facilitada por el SPEIS.
Los trabajadores del restaurante Cobarcho de Jaca y los vecinos que residen en las viviendas situadas encima del local se llevaron un gran susto por el incendio que se desató en el interior del establecimiento a primera hora de la tarde del sábado. En el suceso, no hubo que lamentar daños personales, aunque sí materiales.
La Policía Local y la Policía Nacional acordonaron la zona y procedieron al desalojo de la vivienda y de las áreas colindantes al restaurante, en la calle Ramiro I.
En la extinción, participaron dotaciones de personal del Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamentos (SPEIS): un oficial y tres bomberos del parque de Sabiñánigo y un oficial y dos bomberos del parque de Boltaña, además del jefe de intervención del SPEIS, dos camiones bomba, una autoescala y un vehículo ligero.
El edificio intervenido consta de tres plantas, con seis viviendas, más el local de la planta baja, donde se encuentra el restaurante. A su llegada, los bomberos comprobaron que el establecimiento se hallaba lleno de humo y gases en varios focos: uno en el hogar, donde la chimenea estaba combustionando, y otro en el falso techo del forjado, entre la planta rasante y la primera planta, en la parte que linda con la chimenea.
Los trabajos se centraron en la extinción del fuego en las áreas afectadas y la posterior ventilación de todas las estancias del restaurante y de los seis pisos. Una vez revisado el inmueble, y verificando que estaba libre de monóxido de carbono, se informó a los propietarios que podían acceder al interior, si bien el edificio se encontraba sin luz, ya que la instalación eléctrica quedó afectada por el siniestro. La operación se dio por finalizada a las 18:55 horas, informó el SPEIS en una nota de prensa.
El empresario Pedro Marco agradeció las muestras de apoyo recibidas tras producirse el siniestro. “Se evacuó a todo el mundo a tiempo y la afección del fuego ha sido limitada, una mala forma de acabar una temporada de invierno demasiado irregular”, declaró, recalcando que “lo importante es que todo el mundo está bien”. “Ahora toca trabajar para arreglar los desperfectos y reiniciar la actividad”, concluyó.