Jaca, perla del Pirineo, cuna de Aragón, primera ciudad del Reino…
Cuando uno viaja por Europa o incluso por nuestro país, puede observar cómo las ciudades históricasconservan abundantes restos visibles de su elenco patrimonial. Sobre todo, numerosos templos y conventos, fortificaciones de distintas épocas, y muy abundantes palacios (reales, eclesiásticos, nobiliarios, municipales) y equipamientos urbanos de todo tipo. Incluso se pueden observar grandes agrupaciones de casas singulares y de calles con fachadas bien conservadas de las distintas etapas históricas.
En Jaca no. En Jaca, por muy orgullosos que nos sintamos del patrimonio conservado, éste ha sido realmente maltratado y esquilmado hasta el extremoen los últimos 200 años.