Desde hace más de un cuarto de siglo, María José Betés es la presidenta de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que conmemora su 75.º aniversario. Coincidiendo con dicha efeméride, se encargó de organizar el programa de la Semana Santa y ofreció el pasado viernes el pregón, que corrió a cargo de su banda de tambores y bombos. Creada en 1948 y formada totalmente por mujeres hasta 1995, actualmente cuenta con unos 230 hermanos y se puede sentir orgullosa de portar uno de los pasos más bellos y que mayor devoción generan en la sociedad jaquesa. Su virgen dolorosa, cubierta con un manto de terciopelo bordado en oro y perlas, cobró protagonismo –junto al paso de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno– el pasado lunes en la procesión del Encuentro, concluyendo su recorrido en la Catedral, donde permanecerá expuesto hasta el Viernes Santo, durante el que a partir de las 20:00 horas participará en la procesión del Santo Entierro.