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“Una profunda modernización del regadío de Bardenas es imprescindible para evitar una mayor degradación del río Aragón y posibilitar el aumento de caudales”

Río Aragón. EL PIRINEO ARAGONÉS

Leemos, con estupor, que en Bardenas se ha creado una plataforma contraria a las obras de modernización del regadío. El argumento fundamental es que el proyecto, centrado en la conversión del riego a manta a riego por aspersión o goteo, es “inasumible” porque representa una inversión de 114 millones de euros, que conllevarían un coste de 150 euros/ha/año. Desde la Asociación Río Aragón consideramos que lo realmente “inasumible” es no abordar un profunda modernización y redimensionamiento del regadío existente en Bardenas.

Debemos partir de la exigencia de la Directiva Marco del Agua (DMA) que, entre otras cosas, obligaba, en un plazo de 15 años desde la entrada en vigor en 2020, a “recuperar el buen estado de las masas de agua y promover un uso sostenible del agua basado en la protección a largo plazo de los recursos hídricos disponibles”. Superado en siete años el plazo mandatado, la tarea de Bardenas es ímproba, si considerando que frente al 33% que supone el insostenible riego por gravedad en toda España, en Aragón lo es del 47%. Teniendo en cuenta que en Riegos del Altoaragón supone el 30% y en el Canal de Aragón y Cataluña el 27%, el gran culpable resulta ser Bardenas, que todavía riega por inmersión el 78% de su superficie. Ello explica en gran parte que los ríos Arba de Riquel y Arba de Luesia tengan una ALTA contaminación difusa o que la UE haya multado a España por no controlar los nitratos en las aguas.

Resultaría sorprendente escuchar las quejas sobre el pago de 150 euros/ha/año si fuesen verdad los datos aportados para justificar el recrecimiento de Yesa que hablan, en el borrador del Plan de la Cuenca del Ebro, de “rendimientos del orden de 3.590 euros/ha/año, frente a los 500 euros/ha/año del secano, que supondrán 126 millones de euros anuales”. Seguramente esta queja es la mejor constatación de la falsedad de lo escrito para justificar el recrecimiento de Yesa. Si después de financiar dicha modernización en un 40% con fondos públicos, resulta inasumible afrontar esas cuantías, o alguien miente o tan solo se trata de presionar para conseguir “inversiones gratis a cuenta del común”. Más si tenemos en cuenta que, a fecha de hoy y con el modelo de modernización adoptado, en todos los cultivos se experimenta un aumento tanto en la producción final como en el margen bruto obtenido por hectárea”.

Desde la Asociación Río Argón entendemos que SÍ se debe apostar por la modernización en el sistema de Bardenas e incluso que sería bueno que parte del dispendio del recrecimiento se derivara hacia ese objetivo. Ahora bien, esta modernización debe hacerse desde dos premisas. La primera que se diseñe para evitar los efectos de paradoja hidrológica y rebote que han conllevado que, hasta ahora, con la modernización ni se ahorre agua ni se mejore la calidad. Se ha de aprovechar para evitar detracciones del río Aragón en Yesa más allá de los 700 hm3/año actuales, se ha de producir una reducción neta del consumo y se han de comprometer el reintegro de los volúmenes rescatados tras la modernización a servicios ambientales, que posibiliten el aumento de caudales, de los niveles de acuíferos y la disminución de concentraciones de contaminantes.

La segunda es que, en paralelo, se debe abordar una modernización de las explotaciones, especialmente las familiares, para mejorar las condiciones laborales del sector, introducir nuevas tecnologías o automatizaciones y mejorar la limitada productividad y empleo que genera la enorme extracción y consumo de agua de gran parte de los cultivos.

Firmado: MIGUEL SOLANA (Presidente de la Asociación Río Aragón)
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