Finalizados los solemnes actos de la mañana, tuvo lugar el banquete oficial en el Gran Hotel, cuyo amplio salón comedor aparecía muy bien ambientado con velones de cera sobre candelabros de hierro forjado, a usanza medieval.

Finalizados los solemnes actos de la mañana, tuvo lugar el banquete oficial en el Gran Hotel, cuyo amplio salón comedor aparecía muy bien ambientado con velones de cera sobre candelabros de hierro forjado, a usanza medieval.
La celebración de la gloriosa efemérides jaquesa del Primer Viernes de Mayo ha revestido en este año singular relieve, a lo que ha contribuido el día espléndido del que disfrutamos, como arrancado y adelantado de los prometedores del próximo verano y como si la naturaleza hubiera querido sumarse al homenaje que en éste día recibieron las Corporaciones municipales de Alcañiz y Caspe y las tres personalidades que habrían de recibir de manos de nuestro alcalde el preciado galardón del Sueldo Jaqués.
El Primer Viernes de Mayo ha vuelto a ser un día muy especial para Jaca, para los jacetanos y para quienes nos han visitado. Un nuevo día de emociones, tanto para los de aquí como para muchos que han venido a repetir o a descubrir esta fiesta “mora y cristiana” tan nuestra, que cada año suma más personas que decidimos disfrutar de este encuentro tan jaqués, donde cabe casi todo.
Contra todo pronóstico, el desfile del Primer Viernes de Mayo volvió a recorrer las calles de Jaca en una jornada cargada de emoción, simbolismo y valentía. La amenaza de lluvia puso en jaque hasta el último momento a la organización, que tuvo que tomar una decisión difícil: ¿suspender, retrasar o salir? Finalmente, y como reconocieron tanto el alcalde Carlos Serrano como el presidente de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo y capitán de los Artesanos, Carlos García, se optó por cumplir con la tradición y asumir el riesgo.
XCuando el reloj marcaba las dos de la tarde, el cielo ofrecía una tregua y el corazón de Jaca latía al unísono. Tras un desfile desafiante, con lluvia en los primeros tramos y emoción a flor de piel por los relevos históricos, la ciudad se congregó frente al Ayuntamiento para entonar el Himno del Primer Viernes de Mayo. La Banda Municipal Santa Orosia, dirigida por Ignacio Ciprés, marcó los compases y miles de voces jaquesas proclamaron su orgullo con la estrofa más querida: “¡Jaca libre sabe vivir a la sombra del Monte Oroel!”.
El Auditorio José Antonio Labordeta del Palacio de Congresos de Jaca vibró este jueves con un sentido homenaje a Miguel Carasol Nieto, quien recibió una prolongada ovación —con parte del público en pie— tras despedirse como conde Aznar en el acto institucional de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo. Carasol ha encarnado durante una década al mítico personaje jacetano, contando también los dos años de suspensión de actos públicos por la pandemia, y deja una huella imborrable en la fiesta.
En la víspera del Primer Viernes de Mayo, el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña acogió un acto sin precedentes en la historia de esta celebración: el relevo simbólico en la figura del conde Aznar Galíndez, protagonizado por Miguel Carasol —quien ha representado durante la última década al legendario héroe jaqués— y su sucesor, José María “Chema” Martínez.
Jaca se prepara para afrontar un Primer Viernes de Mayo que se estima multitudinario al caer en puente y ser festivo en Madrid. La renovación de una serie de cargos principales (sobre todo el del conde Aznar) y la repercusión de las obras sobre diversos escenarios marcan los prolegómenos de una edición que volverá a estar impregnada de los sentimientos de orgullo y pertenencia que distinguen al pueblo jaqués.
Se cumplen cuatro décadas desde que el pintor Juan Bautista Topete de Grassa entregara a la ciudad de Jaca una de las obras pictóricas más representativas de su historia reciente: el cuadro dedicado al regreso triunfal de las huestes cristianas tras la batalla del Primer Viernes de Mayo. Esta escena, recreada con meticuloso detalle artístico, se exhibe desde entonces en el vestíbulo del Salón de Ciento de la casa consistorial, donde forma parte del imaginario colectivo jacetano.