Con un cielo teñido de luces sobre el pantano de Lanuza, símbolo visual y emocional de Pirineos Sur, el violín de Ara Malikian puso el broche de oro al primer fin de semana del festival en su edición de 2025. Más de 2.500 espectadores vibraron con la actuación del artista libanés, que desplegó una vez más su asombrosa capacidad para fundir géneros, traspasar emociones y conectar con el público desde el alma. Fue su tercera visita al escenario flotante (tras las de 2015 y 2022), y volvió a saldarse con un triunfo incontestable, gracias a un espectáculo que combinó la excelencia técnica con una presencia escénica irresistible.
