La tradicional cita del 1 de mayo mantiene su esencia pese a los cambios de acceso y organización

Escó en una imagen anterior a su despoblación. ASOCIACIÓN PRO RECONSTRUCCIÓN ESCÓ
Escó acogerá el próximo 1 de mayo el XXVI Encuentro de Vecinos, una cita ya clásica para quienes mantienen vivo el recuerdo y la vinculación con este núcleo del Pirineo aragonés. La jornada, organizada por la Asociación Pro Reconstrucción de Escó, comenzará a las 10:30 horas con la tradicional concentración en las eras del pueblo, desde donde los asistentes se dirigirán a pie a la ermita de la Virgen de las Viñas siguiendo el nuevo vial de servicio habilitado tras la apertura de la autovía.
A las 12:00 se celebrará la misa y la bendición de términos en la ermita, seguida del reparto de torta, vino y refrescos. Como es habitual, la jornada culminará con la comida popular, aunque este año se realizará sin carpa y en formato completamente libre: cada familia deberá llevar sus mesas y sillas, así como recoger la basura generada, dado que en Escó no hay contenedores.
La apertura de la autovía ha afectado directamente al acceso a la ermita, por lo que desde la organización se desaconseja el camino de subida por el Coscollar, actualmente en mal estado. En su lugar, se recomienda acceder al pueblo, concentrarse en las eras y tomar desde allí la vía de servicio hacia Canales para bajar a la ermita por el sendero de las antiguas viñas.
En la carta enviada a los amigos del encuentro, la junta directiva recuerda también que no está permitido encender fuego, aunque sí se podrá utilizar butano para calentar la comida. Además, se insiste en la necesidad de evitar acercarse a las ruinas de las casas por razones de seguridad, especialmente en el caso de los más pequeños.
La Asociación vuelve a poner el acento en la pérdida de participantes y en la necesidad de relevo generacional para que este encuentro, cargado de memoria y comunidad, pueda seguir celebrándose muchos años más.