
(Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia)
La muerte del máximo representante de la Santa Sede es siempre un momento que todos consideramos histórico. Tenemos la sensación de vivir la historia, sobre todo porque todo lo que rodea a la muerte del pontífice es algo sagrado, cargado de rituales ancestrales, que se remontan a siglos de tradiciones que no han sufrido ningún cambio. Todo el mundo puede recordar dónde estaba, o qué hacía cuando Juan Pablo II o Benedicto XIII murieron. Incluso los más mayores pueden recordar cuántos papas han pasado en su vida. Es algo que va más allá incluso de la propia religión, porque es un símbolo de las tradiciones que perduran.
La expectación ante los hechos posteriores a la muerte de un Papa, es atemporal, porque se repite generación tras generación, con el mismo interés y la misma curiosidad. Y reaviva la búsqueda de información, de acercarse a los medios de comunicación y estar pendientes de qué ocurre en el Vaticano, casi hora a hora.
Una de las búsquedas más potentes de los dos últimos días en los buscadores de internet está relacionada con la elección, rituales y votaciones del nuevo líder espiritual de la Iglesia Católica. En esa línea siempre recomendamos Las sandalias del pescador como el film de referencia para tener un conocimiento fiel a los futuros acontecimientos de la Santa Sede. En esta gran superproducción se describe con precisión cómo es el proceso que hay desde la muerte de un pontífice hasta que sale la fumata blanca en la chimenea. Un proceso en el que hay negociaciones internas, exaltados debates de aquellos que tienen la posibilidad de elegir o ser elegidos y hasta un cierto grado de intriga palaciega. Todo rodeado de la expectación externa sobre lo que ocurre en la Capilla Sixtina, donde los cardenales votarán recluidos hasta que haya un nuevo Papa. La película, se basa en el libro homónimo de Morris West, del que su director Michael Anderson y guionista John Patrick se tomaron ciertas licencias narrativas al margen de la novela, aunque no renunciaron a ser rigurosos con todo el ritual de la curia romana.
Junto con esta producción podríamos citar: Los dos papas(The Two Popes, 2019) de Fernando Meirelles, Habemus Papam (We Have a Pope, 2011) de Nanni Moretti, o la recientemente comentada en este mismo espacio de 2024 Cónclave de Edward Berger. Sin olvidarnos del documental sobre el Papa Francisco de Wim Wenders: Un hombre de palabra que se rodó mientras Francisco recorría el mundo llevando su mensaje.
Con estas recomendaciones, quizá se pueda el lector acercar a la comprensión de la importancia de un hecho histórico como la muerte del Papa Francisco, y de la trascendencia en todo el mundo, como la persona que, no sólo ejerce de líder espiritual de millones de fieles, sino que también conlleva el ejercicio de la diplomacia y la concordia en un mundo cada vez más lejano a lo espiritual.