
Guillermo Tell (William Tell, 2024)
Duración: 133 min. País: Reino Unido. Dirección:Nick Hamm. Guion: Nick Hamm. Reparto: Claes Bang, Connor Swindells, Golshifteh Farahani, Ben Kingsley. Música: Steven Price. Fotografía: Jamie Ramsay. Productoras: Free Turn, Tempo Productions Limited, Beta Cinema.
El director de The Hole, Nick Hamm, se enfrenta esta vez con un personaje legendario. No hay prueba alguna de que Guillermo Tell existiera, tan solo aparecen referencias literarias en los siglos XV y XVI, que hablan de un ballestero, famoso por su puntería, a finales del siglo XIII.
Hamm, quien también firma el guion, sitúa la historia en 1307, cuando las fuerzas austriacas oprimen al pueblo suizo. Guillermo Tell juró no volver a usar la violencia tras su paso por las Cruzadas (aunque esto constituye un desliz histórico bastante importante), pero se ve obligado a unirse a la rebelión, para detener el derramamiento de sangre.
El film es lo suficientemente fiel a la historia que todos conocemos, incluida la famosa escena de tener que disparar a una manzana, colocada sobre la cabeza de su hijo Walter, de lo que saldrá ileso por sus habilidades con la ballesta. Tell regresa para liderar una rebelión contra los invasores austriacos, buscando venganza tras el saqueo de la ciudad y la muerte de su esposa.
En cuanto a la forma, la película anda jugueteando entre un estilo muy cercano al Robin Hood, de Kevin Costner, y el Braveheart, de Mel Gibson. Sin embargo, le falta el carácter y la fuerza que estas producciones sí poseían. En un metraje bastante extenso, al director se le va de las manos la cantidad de sangre vertida, así como algunos diálogos bastante inconexos, o parrafadas tediosas de algún personaje. También peca Nick Hamm de intentar acomodar, si bien “con calzador”, una reivindicación femenina en esta historia, algo que no cuadra en absoluto. Como si en Braveheart, fuesen las mujeres las bravas guerreras. Inconsistente.
En el reparto, algo que no termina de encajar: la elección de su protagonista, Claes Bang, que no posee la menor pinta del típico suizo que nos pudiéramos imaginar. Por no hablar del actor que interpreta al hijo de Tell, o de la actriz que asume el papel de su esposa. Un intento más de quedar bien ante todas las minorías étnicas. Nos hicimos ilusiones, cuando en el cartel de esta producción aparecían Ben Kingsley y Jonathan Pryce. Pero, al parecer, su única aportación ha sido el nombre. En definitiva, no logra la épica de los dos títulos mencionados anteriormente. Y la aventura, en general, queda insulsa, cargada de reiteraciones y previsibilidad.