Resulta muy difícil de evitar en una sociedad como la nuestra, el poder sobre un territorio pequeño y sin una contestación real acaba por degenerar en malos hábitos (y mucho más si lleva ejerciéndose durante décadas por grupos muy afines entre sí). Es más, hasta podemos entender que así haya podido ser y que, incluso, continúe siéndolo; pero resulta buenísimo para la sociedad afectada el plantar cara, y para eso las instituciones como el Consejo de Trasparencia de Aragón, están demostrando que, aunque pueden parecernos lentas (las cosas de palacio van despacio, ya se sabe), cuando finalmente intervienen lo hacen desde una solidez jurídica impresionante. Acaba de pasar en la Jacetania, una administración local ha recibido la correspondiente resolución del CTAR con un plazo de 15 días para dar acceso al concejal, en este caso de VOX, al documento público que solicitó hace un año largo.
Y tan importante como eso es la argumentación contundente hasta más no poder, a lo largo de un texto de 10 páginas. Aparte, procedimientos correctos en la forma de dirigirse solicitando informes que no han recibido (todo sea dicho de paso), comunicación fehaciente a los interesados, vías para continuar con el procedimiento, en fin, demostración de un buen hacer. Y lo mejor de todo es que ese esfuerzo que han hecho, lo ponen a disposición de un colectivo de menos de 500 vecinos; es decir, que el pequeño tamaño no ha sido obstáculo para volcar sus medios. Fijaos cómo los pequeños de este Pirineo aragonés, también. Sí, ¡también somos atendidos!