
Maria Callas (2024)
Duración: 123 min. País: Italia. Dirección: Pablo Larraín. Guion: Steven Knight. Biografía sobre: Maria Callas. Reparto: Angelina Jolie, Pierfrancesco Favino, Alba Rohrwacher, Haluk Bilginer. Fotografía: Edward Lachman. Productoras: The Apartment, Komplizen Film, Fabula, Fabula Pictures, Filmnation Entertainment.
Curiosa producción italiana y norteamericana sobre la diva Maria Callas. Un retrato fascinante de las últimas semanas de la gran cantante, pero con una estructura de flashback, que repasa momentos clave de su vida, lo que nos ha hecho recordar a Ciudadano Kane. El director chileno Pablo Larraín concluye con este film una trilogía de mujeres destacadas del pasado siglo. Antes, fueron Spencer, sobre la figura de Lady Di, y Jackie (Kennedy). En esta ocasión, continúa con su característica forma de rodar, imprimiendo un estilo visual detallista, con encuadres meticulosos y una atmósfera melancólica, recreando la década de los años 70 del pasado siglo, reflejando los interiores parisinos, la moda y la opulencia.
La vida de Maria Callas siempre ha estado marcada por sus traumas afectivos. Desde una madre que no la dejaba cantar, pasando por un marido que también la quería alejada de los escenarios. La gran diva queda definida en esta película por su inmensa soledad, por los recuerdos que casi la llevarán a la locura. Hecho que aprovechará su director, para mezclar realidad y fantasía. Esos fantasmas del pasado, enlazan con el cine de Ingmar Bergman en muchas ocasiones, sobre todo con Fanny y Alexander.
Destacamos la actuación de Angelina Jolie como Maria Callas, que ha realizado un gran trabajo anterior a la filmación: estudiando su papel, aprendiendo poses, e incluso teniendo que cantar. Aunque las escenas de ópera han requerido de un pequeño truco en producción, donde se ha mezclado la voz de la auténtica Callas con la de Jolie, por cuestiones obvias. No ha sido nominada para la preciada estatuilla de la Academia de Hollywood, pero pensamos que debía de haber estado, al menos, en la puja por ella, porque posiblemente nos hallamos ante la mejor interpretación de toda su carrera.
Uno de los mejores aspectos de esta película, se basa en la fotografía de Edward Lachman, quien, conjuntamente con la montadora Sofía Subercaseaux, consiguen mezclar perfectamente imágenes de archivo con el metraje rodado, para crear una fusión perfecta, que pudiera recordar a Terrence Malick.
Certera narración, que nos hace comprender las dos facetas que poseyó Maria Callas, el mito y la mujer que hay tras él. Sin caer en patetismos, ni destrozar la imagen que teníamos de ella. Solo un reflejo de la grandeza del personaje atormentado.