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“Cuando alguna vez he estado en apuros, es Jaca entera la que me encuentro”

Pilar Buzunáriz con la Rosa de Plata que recibió en marzo de 2024 . EL PIRINEO ARAGONÉS

El pasado mes de marzo, con motivo del Día de la Mujer, El Pirineo Aragonés publicó una extensa entrevista con Pilar Buzunáriz, que recibió la Rosa de Plata, el premio que la distinguió como Mujer Progresista de la Jacetania 2024. En aquella conversación, mantenida con el periodista Ricardo Grasa en la redacción del periódico, Pilar recordaba algunos de los capítulos de su vida, que giró en torno a la familia, la educación y el deporte. Su trayectoria fue un ejemplo de amor por el deporte y por nuestras montañas, además de un referente por su constancia y esfuerzo, unos valores que la llevaron a ganar el mundial de veteranos de esquí de fondo celebrado en Canadá en 2002. También destacó por su implicación en el progreso de la sociedad jaquesa, trabajando desde la educación y en colectivos sociales o deportivos, mostrándose siempre activa y dispuesta a colaborar con los más desfavorecidos.

Pilar Buzunáriz Iriarte nació en 1941 en Hondarribia (Guipúzcoa) y falleció este martes, 28 de enero, en Jaca. De ascendencia navarra, pasó su niñez y juventud en Pamplona, hasta licenciarse en magisterio y trasladarse a la capital jacetana a principios de los años 70. Su afición al esquí le llevó a conocer al que sería su marido y compañero de viaje, Manolo Marco, con el que se casó y tuvo tres hijos. “Él me acompañaba y me animaba. Ha sido la mitad de mi vida”, comentaba en aquel homenaje organizado por el Partido Socialista de Jaca en el Palacio de Congresos, donde algunas otras frases cobran ahora toda su fuerza y sentido: “He sido muy feliz y he tenido una vida maravillosa” o “Una vida soñada no hubiera sido mejor”.

Como profesional de la educación, Pilar desarrolló su labor en Pamplona, Guipúzcoa, Castilla La Mancha, Canfranc, Huesca, Sabiñánigo y Jaca, donde destacó su etapa en el IES Pirineos ayudando a los chavales de 14 a 16 años que participaban en el programa de “educación compensatoria”.

Como deportista –compaginando su faceta profesional con sus obligaciones como madre– consiguió éxitos en atletismo, pero, sobre todo, en esquí nórdico, actividad que aprendió ya de veterana y que le llevó a participar en varios campeonatos europeos y mundiales de esta categoría. Aunque no ejerció como profesional, su vida siempre estuvo ligada a la actividad deportiva, aferrándose a ella hasta los últimos momentos de su vida. Entre sus muchos logros, destacar las dos medallas conseguidas en el campeonato del mundo de veteranos de Québec (Canadá) en 2022: oro en la prueba de 10 km y plata en la de 15 km.

Pero la persona y la personalidad de Pilar Buzunáriz trascendieron a lo profesional y al deporte, siendo un ejemplo de sacrificio, constancia y perseverancia. Como dijo hace un año el presidente del CP Mayencos, Luis Rodríguez, “Pilar ha sido un ejemplo de mujer también para los hombres, entre los que me incluyo”. Sus hijas hablaron igualmente de su madre como un ejemplo y un modelo de vida e inspiración.

Aunque por sus vínculos familiares y orígenes estuvo estrechamente ligada a Pamplona, ella siempre se sintió ciudadana de Jaca. “Cuando alguna vez he estado en apuros, es Jaca entera la que me encuentro”. “Ahora, por nada del mundo, me iría a vivir a Pamplona otra vez. Tengo hermanos allí, pero Jaca es mi casa”, aseguraba.

Jaca y el deporte le deben mucho a Pilar Buzunáriz. Este viernes, durante la Gala del Deporte, se recordará su figura y trayectoria, será el mejor homenaje hacia esta mujer que ha dejado una huella imborrable en nuestra memoria colectiva.

Pilar en Candanchú esquiando en su juventud, en una imagen facilitada en su día por ella misma.
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