“Los habitantes de estos pueblos pedimos reiteradamente que se mantenga la parada facultativa en la estación de Castiello-Aratorés que siempre ha existido y que ahora, realizando estas grandes inversiones, pretenden suprimir”

Parada de la estación de Castiello-Aratorés en una imagen facilitada por el autor del artículo.
La estación de Castiello fue inaugurada el 25 de julio de 1922 y se ubicó en un lugar donde el valle alto del Aragón se ensancha y presenta escaso desnivel, siendo ideal por la seguridad que presenta para efectuar las paradas los convoyes y por encontrarse estratégicamente situada en torno a cinco pueblos, entre los que se encuentra muy cercano el de Aratorés.
Desde el 19 de junio de 2023, se encuentra en obras el tramo de Jaca a Canfranc, de 24,1 Km, con una inversión de 45,6 millones de euros para renovar íntegramente todo el armamento de la vía y mejorar los radios de curvatura de su trazado y, así, ganar en seguridad y velocidad.
Los criterios en que se basan los servicios públicos para Adif y Renfe son sociales, medio-ambientales y vertebradores del territorio. Para el caso que nos ocupa de la estación de Castiello, no se cumple ninguno de ellos, dado que Renfe y Adif quieren suprimir la parada facultativa que existe en este lugar con anterioridad a las grandes inversiones que se están efectuando.
Es por ello, que los habitantes de estos pueblos afectados no entienden esta gran paradoja difícil de explicar, y que todavía se comprende menos por el hecho de que la actuación no vertebra el territorio en este emplazamiento, ni presta un servicio social a los habitantes ni respeta el medioambiente, porque se han formado grandes escombreras en los alrededores de la propia estación.
Llevamos un año y medio soportando los ruidos generados en las escombreras por el trasiego de camiones, excavadoras, trituradoras de balasto, etc., creando un gran impacto acústico, visual, paisajístico, polvo en suspensión y contaminación de los arroyos próximos por escorrentías, originando una alteración en la fauna y flora de este hábitat.
Además, se ha elevado mucho el nivel de las escombreras respecto a las fincas colindantes, arruinándolas, por lo que deberían ser rebajadas y dejar esas zonas como se encontraban anteriormente a las obras.
Los habitantes de estos pueblos pedimos reiteradamente que se mantenga la parada facultativa en la estación de Castiello-Aratorés que siempre ha existido y que ahora, realizando estas grandes inversiones, pretenden suprimir.
La población de esta zona es muy mayor y necesita de este servicio público que resulta vital para poder trasladarse a los centros de Salud de Jaca, Huesca y Zaragoza. Suprimir esta parada supone recortar los servicios públicos que nos restan y quedarnos abocados irremediablemente a la despoblación.
En el paso superior de acceso al barrio del Molino de Aratorés, al modificar la estructura de gran belleza constructiva que existía y sustituirla por hormigón en su parte superior, se han originado baches y charcos, que al congelarse el agua en la época invernal crearán un grave problema de seguridad vial, por lo que deberían ser eliminados, así como el escalón frontal que ha quedado en uno de los extremos de dicho paso superior.