Ansó acogió el sábado, 18 de enero, una nueva edición del carnaval bearnés, que coincidió este año con las festividades de san Antón y san Sebastián, que son muy celebradas en esta villa jacetana. Todas ellas parten de una tradición común, “espantar al invierno”, y para ello se sirven de trucos, esquilas y del fuego purificador.
Las hogueras de san Antón y san Sebastián tienen raíces en antiguos rituales paganos vinculados al solsticio de invierno, en los que el fuego simbolizaba la luz que vence a la oscuridad. Con la cristianización, estas prácticas se adaptaron para honrar a los santos, respetando la purificación y la protección contra el mal y las enfermedades.
Ansó es el punto de partida del carnaval bearnés, que durante las próximas semanas discurrirá por diferentes localidades del vecino sur de Francia hasta llegar a Pau, donde Sent Pançard, un personaje que encarna a los placeres de la vida, será juzgado, condenado a la hoguera y posteriormente indultado, coincidiendo con la fiesta final del martes de Carnaval. Sent Pançard, que ha permanecido refugiado en la vertiente española del Pirineo, representa precisamente los malos actos y todo lo negativo que se ha acumulado durante el año 2024 y que es necesario depurar mediante el fuego.
Las calles de Ansó estuvieron un año más muy animadas con el pasacalles teatralizado, en el que participaron la comitiva bearnesa, que vino en busca de Sent Pançard, así como los ansotanos que dieron vida a los personajes de su tradicional carnaval. Hubo música de tarde y noche con la orquesta Haleo y cena popular en la plaza Larrosa, acompañada de la fanfarria Arroitu Indara, del vecino valle del Roncal.
El Pirineo Aragonés publica este video realizado por PACO BARÓN, en el que se muestra un resumen de la celebración del carnaval bearnés.