Para ver este sitio web deber tener activado JavaScript en tu navegador. Haz click aqui para ver como activar Javascript

“Poniendo la mirada en un entorno más próximo, según datos de UNICEF, España es el país de la Unión Europea con la tasa de pobreza infantil más alta”

En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas creó UNICEF y, finalmente, en 1959 aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. GERALT/PIXABAY.COM

Yasmina, una niña de 11 años originaria de Sierra Leona, es la única superviviente de una barcaza cargada de migrantes, a quienes en breve consideraremos desaparecidos y que aumentarán el número de muertos en ese cementerio vergonzante para el mundo occidental que representa el Mediterráneo.

Ya en 1924 la Sociedad de Naciones aprobó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, elaborada por la fundadora de Save the Children, Eglantyne Jebb, donde se empieza a tomar conciencia y a reconocer que los niños tienen derecho a contar con todos los medios necesarios para alcanzar su pleno desarrollo.

Posteriormente, en 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas creó UNICEF y, finalmente, en 1959 aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, que reconoce, entre otros, el derecho a la educación, al juego, a la atención de la salud y a un entorno que lo ampare. La mencionada Asamblea ha seguido proponiendo medidas para proteger a la infancia como la Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado(1974), en la que defiende la inviolabilidad de los derechos de estos dos grupos especialmente vulnerables. También designó 1979 como Año Internacional del Niño. Más adelante, aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), un marco de referencia para modificar las leyes en orden a proteger cada vez mejor dichos derechos, a la cual se han ido adhiriendo casi todos los países del mundo, con la escandalosa excepción de EE UU.

Sin embargo, en el caso de la invasión israelí en Gaza se estima que en el primer año de esta guerra han fallecido ya más de 16.000 niños, aproximadamente 40 cada día. Asumimos plenamente las palabras que escribía en el Heraldo de Aragón hace unas semanas la presidenta de la Fundación del Seminario de Investigación para la Paz, Carmen Magallón: “No me creo que Israel no pueda llevar a cabo operaciones más selectivas en busca de rehenes”. En consecuencia, con este balance de víctimas consideramos difícilmente asumible que esta guerra pueda tener alguna justificación.

Poniendo la mirada en un entorno más próximo, según datos de UNICEF, España es el país de la Unión Europea con la tasa de pobreza infantil más alta. Esto supone que muchos niños carecen de recursos que consideramos habituales como alimentación suficiente, salud, libertades, ocio saludable y un ambiente adecuado para su desarrollo. En resumen, no disponen de las condiciones necesarias para poder disfrutar de su infancia.

También tenemos actualmente en nuestro país más de 5.000 adolescentes y preadolescentes hacinados en Canarias, Ceuta y Melilla, los mal llamados menas, cada uno de los cuales tiene nombre y apellidos, ilusiones y proyectos vitales que no puede realizar. Un drama que, a pesar de estar adheridos a todas las Convenciones y organizaciones en defensa de los niños y niñas existentes, nuestros responsables políticos no son capaces de resolver.

En estos días tan propicios para disfrutar de nuestros pequeños y en los que nuestro sistema económico capitalista se encarga de tenernos centrados en un consumo desenfrenado, sería muy conveniente que nos dedicáramos a reflexionar sobre qué sociedad les estamos construyendo.

Firmado: COLECTIVO PENSAMOS
No hay comentarios todavía

Los comentarios están cerrados