El prefecto de los Pirineos Atlánticos, Jean-Marie Girier, y el subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, aseguraron que el cierre de la carretera se ha vivido como “una ruptura de nuestra identidad transfronteriza”

El prefecto de los Pirineos Atlánticos, Jean-Marie Girier, corta la cinta que simboliza la reapertura del tramo afectado de la RN-134, acompañado del subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, y alcaldes y autoridades del valle de Aspe. EL PIRINEO ARAGONÉS
Los vehículos y camiones vuelven a circular por el paso fronterizo del Somport desde las dos de la tarde de este viernes, 20 de diciembre, tras la reapertura de la RN-134, una vez concluidas las obras para subsanar el gran socavón que provocó la dana del pasado 6 y 7 de septiembre en el alto valle de Aspe, en el término municipal de Urdos (Francia).
El desplome de la calzada fue la afección más importante, de los cerca de 60 puntos que quedaron afectados en esta vía de comunicación internacional que une España con Francia por el túnel de Somport, infraestructura que también ha estado cerrada al tráfico durante los cuatro meses y medio que han durado los trabajos de reposición.
La crecida del barranco de Larry, ubicado antes de llegar a Urdos (sentido España-Francia), erosionó el asfalto y provocó una brecha de 50 m, imposibilitando el tránsito de todo tipo de vehículos y generando graves afecciones para la economía de los valles del Aragón y Aspe, pero también para el transporte internacional y las personas que diariamente tienen que desplazarse a un lado y otro de la frontera, bien para estudiar o trabajar, como es el caso de los empleados del túnel de Somport y de la comisaría conjunta de Canfranc.
“Todo el mundo, en ambas vertientes, ha sufrido el cierre de la carretera, por lo que el objetivo era reabrirla lo antes posible”, señaló el prefecto de los Pirineos Atlánticos, Jean-Marie Girier, tras cortar la cinta de apertura del tramo afectado. Girier, que estuvo acompañado de la jefa de la Dirección Interdepartamental de Carreteras Atlánticas, Virgine Audigé, y del subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, reconoció el “interés del valle de Aspe y de todo el Béarn” en recuperar esta conexión que es fundamental para la economía local y el tránsito de mercancías y las relaciones con España.
“El reto al que nos enfrentábamos era extraordinario”, aseguro en su intervención ante las autoridades, entre las que se encontraban los alcaldes de los pueblos del alto valle de Aspe y de Canfranc, Fernando Sánchez, y la presidenta de la Comarca de la Jacetania, Olvido Moratinos. “Solo podía superarse mediante una movilización general” de las administraciones y la sociedad civil, señaló, reconociendo que todo el mundo ha estado “a la altura del desafío”.
Destacó, en primer lugar, “el valor y la abnegación” de los alcaldes y representantes electos de los pueblos afectados por la dana, por su capacidad de reacción y el compromiso que mostraron para superar este desafío de la naturaleza.
“Sobre el terreno, en plena noche, en el momento de las inundaciones torrenciales, fueron los primeros en presenciar la violencia del temporal. Todos recordamos unas imágenes que permanecerán con nosotros durante mucho tiempo”, dijo. “Los más ancianos del valle nos comentan que nunca se había producido un episodio semejante en los últimos 50 años y que la inundación de 1982 no era en absoluto comparable a la que acabamos de vivir”, precisó.
“Ante su responsabilidad, Jacques Marqueze, alcalde de Urdos, Bruno Guitton, adjunto al alcalde de Urdos, Philippe Vigneau, alcalde de Borce, Ophélie Escot, alcaldesa de Cette-Eygun, y Damien Minvielle, alcalde Etasut, tomaron todas las medidas necesarias para proteger a su población y a su pueblo de la devastadora inundación”, expuso, asegurando que están “en deuda con ellos” por su “valentía” ante las circunstancias que se vivieron durante aquellas dos jornadas de septiembre.
El prefecto de los Pirineos Atlánticos resaltó igualmente la respuesta de “todos los departamentos gubernamentales que respondieron con tanta energía” a su solicitud de apoyo al valle, tras quedar “devastado”.
Girier saludando a las autoridades locales a su llegada a Urdos y recorriendo el tramo de carretera de la RN-134 hasta el tramo donde se han realizado las obras, acompañado de José Carlos Campo y de los técnicos que han dirigido los trabajos. EL PIRINEO ARAGONÉS
Dos millones de euros y 27.000 m3 de material utilizado
Jean-Marie Girier apuntó que la reposición del tramo afectado de la RN-134 en Urdos ha requerido del acopio de 27.000 m3 de materiales para rellenar el socavón de la carretera, equivalentes a once piscinas olímpicas.
En el pico de actividad de las obras, llegaron a intervenir 16 trabajadores de manera simultánea, utilizando palas, dumpers y camiones. Solo para mover el material de relleno se invirtieron 2.800 horas de máquina.
El coste de los trabajos ha supuesto 2 millones de euros, el doble de lo estimado en un principio, indicó Girier, que agradeció a los funcionarios, los ingenieros de DIRA y CEREMA y a las empresas que han ejecutado las obras su implicación y compromiso para reabrir la RN-134 un mes antes de lo previsto. En esta línea, señaló que la captación de material de relleno sobre el propio terreno, aprovechando los materiales de arrastre que provocó la dana, ha permitido no solo ganar tiempo sino también un ahorro económico.
“Hay que agradecer a todos los servicios del Estado, que se movilizaron de inmediato y que nos han permitido abrir la carretera con un mes de antelación, algo que era bastante inesperado inicialmente, pero que ha sido posible gracias a la movilización y el compromiso del territorio y las empresas”, incidió. “Era importante poder reabrir antes de las vacaciones escolares, para reanudar el tráfico, el transporte y el comercio” entre ambas vertientes, tanto para vehículos ligeros como pesados.
Queda mucho por hacer en el valle de Aspe
Preguntado por los trabajos de reposición en el resto de la RN-134, donde se localizaron cerca de 60 puntos de afección, Jean-Marie Girier reconoció que “todavía queda mucho por hacer”. “La apertura de la carretera era lo más urgente e importante, pero es también algo simbólico, porque no significa que los trabajos hayan acabado aquí”. “Las obras durarán mucho tiempo”, advirtió, y requerirán de “varios millones de euros”.
“La prioridad es rehacer las carreteras dañadas a partir de la primavera, así como las áreas de uso público en los alrededores del río”, señaló. Estos trabajos los está gestionando un comité directivo que cuenta con el apoyo de la administración del Estado y las autoridades locales.
“Este ha sido un primer paso”, recalcó, asegurando que “habrá que seguir apoyando” a los municipios durante los “próximos años”, tanto técnica como financieramente.
“No podremos ir tan rápido como para la apertura de la RN-134, porque para intervenir en algunas de las infraestructuras dañadas se necesitan estudios”, precisó, lanzando, a su vez, una reflexión: “aprender de lo sucedido”. En este sentido, puso como ejemplo lo acontecido en el camping de Urdos, donde no hubo que lamentar daños personales, pero sí materiales. “Nos dimos cuenta de que el riesgo podría afectar a las poblaciones, por lo que este trabajo [de reposición] se desarrollará gradualmente, trabajando junto a los alcaldes con ese objetivo. Espero que dentro de seis meses o un año veamos los primeros resultados”, avanzó.
Tramo afectado de la RN-134 en las proximidades de Urdos y coches transitando sentido España horas antes de reabrir la carretera al tráfico de vehículos ligeros y pesados. EL PIRINEO ARAGONÉS
Apoyo de las administraciones españolas
Jean-Marie Girier se refirió a las relaciones entre España y Francia y los valles de ambas vertientes, que han soportado los efectos y las consecuencias del cierre del paso internacional de Somport. “En el valle de Aspe, estamos acostumbras a vivir con nuestros amigos españoles, y a hacer negocios juntos. Compartimos espacios de vida, trabajo y ocio, y nuestros hijos van a la escuela a ambos lados de la frontera. Nuestras familias están mezcladas”, comentó, reconociendo que este periodo de “distanciamiento”, sin poder contar con la carretera, ha sido “difícil” y se ha vivido como “una ruptura de nuestra identidad transfronteriza”.
“Por eso –añadió–, estoy muy contento de que todos podamos volver a descubrir esta cercanía franco-española que tanto apreciamos, a pocos días del comienzo de las vacaciones escolares”, manifestó, valorando el “apoyo constante” de los “colegas españoles” y nombrando personalmente al delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, “que después de la catástrofe nos mostró su amistad y ofreció la ayuda de sus servicios”, y al subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, “con quien nos hemos mantenido en contacto casi a diario”.
“Hay que felicitarnos por la reapertura”
José Carlos Campo agradeció la “celeridad” de las autoridades francesas para acortar los plazos y reabrir la carretera “un mes antes de lo previsto”, ya que las primeras estimaciones que se dieron, de seis meses o incluso más, eran preocupantes. “Es un día importantísimo, tanto para este lado de los Pirineos como para la parte española”, aseguró en Urdos.
El subdelegado del Gobierno habló del impacto económico que ha supuesto el cierre, más allá de alterar la vida y las relaciones sociales de los vecinos de los valles del Aragón y Aspe. “En el transporte, se habla de que [por Somport] pasan unos 300 camiones diarios” y se calculan 300 euros de pérdida por camión que tiene que utilizar otro paso fronterizo. “Esto supone unos 90.000 euros de pérdida al día, que es una cifra importante”, subrayó. “Y esto es solo cuantificando el transporte”, porque está también lo que han dejado de ingresar los establecimientos de ambos lados del Somport.
A este respecto, el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, apuntó que, en algunos comercios, las pérdidas pueden alcanzar entre el 85% y el 90%, sobre todo en los estancos y las gasolineras, y en otros, como los bares, restaurantes y hoteles, puede estar en torno al 30%. “Lo hemos pasado muy mal, y ha sido muy complicado”, afirmó, al tiempo que se mostró contento de que la reapertura “de esta carretera tan necesaria para nosotros se haya adelantado, justo en estas fechas previas a las navidades”. “En esta época hay mucho consumo y supone una parte muy importante para la economía” del valle, “sin olvidar tampoco la parte social, que es fundamental”. “Nosotros convivimos con nuestros vecinos del valle de Aspe y haber estado sin esta comunicación nos ha afectado en todos los sentidos”, concluyó.