El último invierno dejó 50 intervenciones donde se auxilió a 66 personas en accidentes donde la asunción del riesgo es más alta

De izquierda a derecha, Laurentino Ceña, Miguel Ángel Clavero y Rafael Requena, en la presentación de la campaña de prevención de accidentes de montaña invernal. GOBIERNO DE ARAGÓN
El 10 % del total de rescates en montaña que se realizan en Aragón son en actividades de montaña invernal, según la tendencia de los últimos años. La primera borrasca de este invierno dejó nieve, pero de forma heterogénea lo que implica la necesidad de extremar las precauciones en cualquier actividad con independencia de su exigencia o exposición. La formación sigue siendo clave para prevenir accidentes y así lo pusieron de manifiesto el director general de Interior y Emergencias del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero; el vocal de Seguridad de la Federación Aragonesa de Montañismo, Laurentino Ceña, y el delegado de la AEMET en Aragón, Rafael Requena, en una rueda de prensa, que tuvo lugar este viernes en la Sala de Crisis del 112, para presentar la campaña de prevención de accidentes de montaña invernal.
Las excursiones a la montaña en este periodo del año están sujetas a una serie de condicionantes donde la nieve y las bajas temperaturas son los actores principales, pero también distintos factores meteorológicos como el viento o la subida de las temperaturas implican que la evolución del manto nivoso sea distinta. Como precisó Clavero, “en montaña no hay dos días iguales”. El último invierno dejó 50 intervenciones donde se rescataron a 66 personas en accidentes donde la asunción del riesgo es más alta.
La derivada es que para reforzar la seguridad en las actividades invernales es necesario consultar el Boletín de Peligro de Aludes (BPA) para el día de la actividad –el primero de esta temporada emitido por la AEMET fue el pasado día 6 de diciembre en previsión de la fuerte borrasca que cayó en los Pirineos y la Ibérica– y tener en cuenta el denominado Triángulo de aludes, que, tal como explicó Laurentino Ceña, consiste en estudiar y valorar además del BPA, el tipo de terreno ATES –que marca los tres niveles de riesgo–, y ser consciente de la capacidad física y técnica del grupo, porque este será el primero que intervendrá en caso de un accidente por avalancha. Aragón, desde el año 2017 trabaja en una cartografía de la montaña invernal y tan solo queda por completar desde el puerto de Palo, en Los Valles Occidentales, al límite con Navarra.
Además, Miguel Ángel Clavero recalcó la importancia de la formación, tanto en clubs de montaña como con guías, y saber manejar elementos fundamentales como el piolet y los crampones cuando se realiza una actividad. El Observatorio de Montaña de Aragón celebró una reunión el pasado 4 de diciembre donde analizó ya el inicio de la temporada invernal y preció la importancia de prestar la máxima atención a las actividades deportivas de esquí de travesía y raquetas.