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Gladiator II

Gladiator II (2024)

Duración: 148 min. País: Estados Unidos. Dirección:Ridley Scott. Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni. Reparto: Paul Mescal, Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nilsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Derek Jacobi. Música: Harry Gregson-Williams. Fotografía: John Mathieson. Productoras:Scott Free Productions, Red Wagon Productions, Paramount Pictures. Distribuidora: Paramount Pictures.


Llevamos muchos años, demasiados, advirtiendo que el cine contemporáneo parece haberse quedado sin ideas, o que las buenas ideas nunca llegan a producirse. Porque si no, no se entiende esta costumbre de tener que “fabricar” segundas partes, o secuelas (retomando una historia desde un punto). U otro termino muy utilizado, el de precuela (contando el origen de una historia). Y ya, la última palabra, menos conocida, pero demasiado recurrida como forma narrativa, la de recuela: una combinación de remake y secuela. Retomar una fórmula ya probada por películas anteriores, básicamente repitiendo los aciertos o elementos funcionales, reconociendo los acontecimientos previos, pero no sin explotarlos con los mismos personajes.

Y en estas estamos, con el nuevo film de Ridley Scott, que a punto de cumplir 87 años y después de haberlo demostrado todo en el séptimo arte, con todos los posibles galardones, y habiendo cosechado una fortuna con sus películas, no necesitaba para nada este film, ni como forma de ganar dinero ni para recibir el aplauso del público o crítica. Esta última, sin embargo, se alinea para aplaudir al maestro del cine, sin que nadie se atreva a realizar crítica alguna.

No hemos logrado encontrar palabras que desacrediten el film, pero Gladiator II no es, en definitiva, lo que hubiéramos esperado de Ridley Scott. En todos los aspectos técnicos, no se puede encontrar fallo alguno, más bien, el director demuestra quién ha sido y que sigue con el mismo talento y control de lo que hace. Con la buena costumbre de trabajar el guion con los propios actores, para que hagan suyos los diálogos.

También notamos en el film su característica iluminación atmosférica, utilizando la luz de la manera adecuada, para realzar el drama, transmitir emociones y capturar la atención del espectador. Y el sonido, como un actor más, que posee protagonismo propio, y que acentúa la tensión dramática. Un buen film en todos los aspectos formales, pero que, en su contenido, la verdad es que no convence, porque, esta historia ya nos la habían contado antes y con otros personajes. Es cierto que el reparto, como en todo trabajo de Scott, se presenta impecable; aunque, si lo comparamos con la primera película, los villanos no lo son tanto, o los crueles emperadores provocan más risa que temor. Muy lejos de la gran actuación de Joaquín Phoenix; y, por supuesto, su protagonista, Paul Mescal, no supera a Russell Crowe (aunque, tampoco nos pareció nunca una gran interpretación). Magníficos decorados, con un coliseo impresionante y una ambientación excepcional.

Un film sólido, pero que, desde luego, no se convertirá en el clásico de los 2000, porque le falta seriedad, además de un guion que considere al espectador como persona inteligente y no como alguien anodino que acepta “pan y circo” con tal de entretenerse.

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