“Este y otros viajes son herederos y continuación de los que un día se organizaban desde la Hermandad de San Indalecio y posteriormente por la extinta Norte Sur, además de los propios del arciprestazgo”
El grupo en el Circo Massimo della Isola Bella, en una imagen proporcionada por el autor del artículo.
Organizado por el arciprestazgo de Biescas, pero abierto a todos los diocesanos, del lunes 21 al viernes 25 de octubre, una treintena de personas emprendimos el anunciado viaje al norte de Italia, visitando las ciudades de Bérgamo, Turín, Milán y los lagos de Como y Maggiore.
El lunes 21, tras pasar la noche viajando y, por tanto, sin dormir, tras dejar nuestros bártulos en el Hotel Gioia de Milán, visitamos la ciudad de Bérgamo, especialmente su parte alta, separada por la baja por el famoso Funiculare.
El martes 22 nos desplazamos a la cercana Turín, donde visitamos la catedral, donde se conserva la Sábana Santa, además de recorrer sus plazas y calles monumentales. Ese día la ciudad estaba tomada por los hinchas del Stuttgart, que jugaban por la tarde con la Juventus. Ganaron 1 a 0 al equipo local. La Poliziadesplegó un operativo sin precedentes para evitar problemas.
El miércoles 23 fuimos al Lago de Como, recalando especialmente en las ciudades de Como, Bellagio y Veranna. Tuvimos que tomar tres barcos para llevar a cabo el programa.
El jueves 24 visitamos el Lago Maggiore desde Stressa, recalando especialmente en las Islas Borromeas (la Isola Madre, la Isola Bella y la Isola degli Pescator). El broche de oro lo puso la visita al Palacio de los Borromeo, con sus jardines. Es difícil concentrar tanta belleza y tanta riqueza en tan pocos metros cuadrados.
Y finalmente, el viernes 25, después de pasar la jornada en la ciudad de Milán, con su castillo Sforza, la Galería Vittorio Emanuelle y la Catedral (solo por fuera), regresamos a nuestros hogares.
Agradecemos y reconocemos la labor de Cecilia, la guía acompañante y de Franco, el conductor del autobús, además de nuestra agencia Azul Marino.
Es proverbial, desde siempre, el respeto que la meteorología tiene con nuestros viajes. Hemos tenido muy buenas temperaturas y la escasa lluvia no ha impedido realizar el programa con todo su detalle. Solo hubo que sacar el paraguas durante media hora en la Isla de los Pescadores. Pero, habiendo bares, como había, el problema se arregló pronto y dejó de serlo.
Que conste que este y otros viajes son herederos y continuación de los que un día se organizaban desde la Hermandad de San Indalecio y posteriormente por la extinta Norte Sur, además de los propios del arciprestazgo.
Al año que viene, con motivo del Jubileo 2025, iremos a Roma. Por las mismas fechas. Lo anunciamos ya. Que nadie diga que no se ha enterado, porque lo dicen… ¿verdad?