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«Si la conciliación familiar es importante, lo es para todas las familias y niños y niñas. Pedir que el mismo autobús que sube todas las mañanas pueda transportar a todas las personas jóvenes, independientemente del centro donde acudan, es un derecho de las familias y sus jóvenes»

Ara en una imagen de archivo. EL PIRINEO ARAGONÉS

En estos tiempos de toda clase de subvenciones, fondos europeos, financiaciones vinculadas a la mejora de los territorios y, por ende, a sus habitantes.

En estos tiempos donde la lucha contra la despoblación ocupa tantos programas y discursos donde supuestamente se invierten recursos.

En estos tiempos de fondos públicos para la resiliencia, “les llaman”, o los Next Generation.

En estos tiempos donde se visibiliza la importancia del mundo rural, su paisaje, de sus personas que luchan por mantenerse en él, de los que se aventuran por comenzar…

En estos tiempos, los que vivimos en los pueblos aún sufrimos la situación dramática de no disponer de transporte público mínimo que cubra las necesidades de las familias del pueblo donde habitamos. Ni siquiera el transporte escolar está garantizado para los niños. Un transporte que respete la libertad reconocida a la libre elección del centro educativo para nuestros hijos e hijas, pues son las familias las que mejor conocen sus necesidades y su realidad. Este hecho genera una situación de discriminación, de exclusión.

Si la conciliación familiar es importante, lo es para todas las familias y niños y niñas. Pedir que el mismo autobús que sube todas las mañanas pueda transportar a todas las personas jóvenes, independientemente del centro donde acudan, es un derecho de las familias y sus jóvenes.

Todos viajan a la misma localidad, tres centros de primaria, tres de secundaria, tres paradas. Si los pueblos crecen, también crecen sus necesidades y se necesita dotar a los lugares de servicios. No parece adaptado a estos tiempos el que las familias de los pueblos tengan una oferta única para la educación primaria. Que solo haya un centro al que llevar a sus hijos. Y si no se elige ese centro, se deniega el transporte escolar.

Cierto es que somos menos población, más diseminada, pero somos ciudadanos con los mismos derechos, pagamos los mismos impuestos y no tenemos ningún servicio a nuestro alrededor. Si los pueblos crecen, sus necesidades y las dotaciones en servicios también lo deben hacer. ¿La despoblación, que tantos discursos ocupa y tantas estrategias, no va a tener en cuenta este hecho?

Así que pedir un transporte útil y funcional para todas las personas que vivimos en los pueblos es un mínimo que deberíamos poder disfrutar. Al menos, para los niños que se desplazan de lunes a viernes a sus centros de estudio.

Resaltar que en el programa político electoral de los que ostentan actualmente los cargos de la administración pública, abanderaban en ese momento de campaña, y cito textualmente, defender “la libertad de los padres para elegir el centro y el tipo de educación que quieren para sus hijos, ya sean estos centros públicos, privados o concertados, ordinarios o de educación especial, dentro de las posibilidades existentes”.

“Aprobaremos una ley de desarrollo rural para todo el territorio nacional a través de un gran acuerdo del que participen todos los actores afectados, atendiendo al reto demográfico, la población y la ordenación del territorio. Garantizará los servicios básicos del Estado del bienestar y servirá de estímulo a las familias y a los profesionales que decidan vivir, ganarse la vida y ejercer su actividad en el medio rural. Pondremos en marcha un plan de apoyo a la España despoblada que permita acceder a los mismos servicios públicos con independencia del lugar en el que vivas. Crearemos un foro permanente para conectar las políticas de todas las administraciones públicas que afecten al rural”.

“Fomentaremos la conciliación de las familias que elijan vivir en el rural, facilitando el cuidado de niños y mayores con la apertura de “casas nido” o casas de mayores en aquellos municipios con menos población”.

Firmado: MÓNICA IZQUIERDO VIVES (Vecina de Ara)
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