50 AÑOS
Octubre 1974
Labordeta en una imagen del documental que se hizo en torno a su figura.
Un excelente joven poeta y trovador aragonés, José Antonio Labordeta, tuvo una brillante actuación en la Sala de Conciertos del Casino de Jaca, la tarde del día 27 de septiembre último. La sala se hallaba totalmente abarrotada de un público abundantemente juvenil expectante ante su encuentro con este trovador del siglo XX que va expresando con bella voz, inspirada y lacerante poesía, el panorama de la problemática social, en este caso especialmente orientada hacia las condiciones de la tierra aragonesa, cuya dureza acarrea el éxodo de la juventud a las ciudades produciendo el abandono de la tierra de sus mayores sin que muy poco se haga para remediarle, previendo un futuro sombrío de éste Aragón sediento. Su vez clara, melodiosa y vibrante voz describió una sombría panorámica de nuestro Aragón surcado desde sus montañas de altas cresterías que miran al cielo, arropadas con majestuosos faldones verdes, por serpenteantes ríos plácidos en sus valles, a través de los cuales llevan sus aguas hasta el padre Ebro.
El público, como decimos, en gran parte juvenil, juventud que también, en parte, ya conocía a José Antonio Labordeta a través de otro recital que con anterioridad había dado en nuestro Instituto de Enseñanza Media, aplaudió con calor al final de cada uno de sus poemas, terminando con uno muy bello dedicado a su hermano Miguel, tristemente desaparecido.
A lo largo de su magnífico recital tuvo éste ilustre y culto trovador la delicadeza de estrenar en Jaca uno de sus poemas: «Poema de la ausencia», creo se denominaba, manifestando la nostalgia, el cariño y su recuerdo gratísimo del valle de Canfranc, donde pasó bastantes veranos con su familia, y sus visitas a la ciudad de Jaca.
José Antonio Labordeta ha dado recitales en Madrid, Navarra, Barcelona y naturalmente en Huesca, Zaragoza y Teruel, habiendo desarrollado en esta última capital aragonesa gran parte de su vida, siendo muchas las ciudades de las tres provincias aragonesas que han sido escenario de sus recitales. El panorama que ofrecía el salón del Casino de Jaca, pleno de una juventud preocupada por la problemática de su tierra es esperanzador, porque la juventud siempre ha sido y es generosidad y en estos momentos, en muchas ocasiones, sinceridad (…)