.- La lluvia amarilla, escrita por Julio Llamazares en 1988, se ha convertido en un símbolo del éxodo rural. La novela es una narración poética que invita a reflexionar sobre el abandono de todos los pueblos del Pirineo, la emigración, la despoblación, el desarraigo, la soledad, el tiempo, la locura y la muerte. De esta manera se presenta la exposición La lluvia amarilla de Julio Llamazares ilustrada por Antonio Santos, que hasta el próximo 15 de septiembre puede verse en el Palacio de Congresos de Jaca, tras su paso por Huesca y Sabiñánigo.