Sergio Serra visitando la intervención realizada este lunes en Barbastro, en una imagen facilitada por la DPH.
La Diputación Provincial de Huesca (DPH) ha comenzado la campaña para combatir la procesionaria en pinos y cedros de toda la provincia. El objetivo es minimizar, en la medida de los posible, la problemática de plagas de orugas que se dan en zonas verdes, parques y jardines de las zonas urbanas y periurbanas de los distintos municipios. Este año, se han sumado más ayuntamientos a la iniciativa y han solicitado la colaboración y el asesoramiento de los técnicos del Vivero Provincial. Los trabajos comenzaron este lunes, 2 de septiembre, y se prolongarán hasta el 10, realizándose en 56 municipios, entre ellos Villanúa, Jaca y Hoz de Jaca. Se intervendrá en un total de 1.314 árboles.
La técnica utilizada por los técnicos de la DPH está pensada para causar el menor perjuicio posible al equilibrio ecológico, se indica desde la institución provincial. “La endoterapia es muy respetuosa con el medio ambiente porque inyecta un producto biocida específico en la base del tronco del árbol, llegando hasta su hoja, que es la fuente de alimento de las orugas”, explicó el diputado provincial Sergio Serra, que manifestó su satisfacción por la “respuesta de los ayuntamientos ante este servicio gratuito que ofrece la Diputación Provincial de Huesca”. “Son más que el año anterior y esto es porque los tratamientos son efectivos”, señaló, recordando que esta campaña se suma a otras acciones de lucha integrada contra esta plaga, como la colocación de cajas para anidamiento de murciélagos y trampas-collarín para impedir que las orugas lleguen al suelo y completen su ciclo biológico.
La premisa para los ayuntamientos de la provincia es que el tratamiento se realice en las zonas verdes frecuentadas por la población y cuando la plaga supone un riesgo, estableciendo un máximo de veinticinco árboles por término municipal.
Las actuaciones en Villanúa, Jaca y Hoz de Jaca se realizaron este lunes.