Nueva exhibición del corredor jaqués del Equipo Kern Pharma, que se ha impuesto en la etapa reina de La Vuelta y ha sumado su segundo triunfo en tan solo tres días
El corredor del Equipo Kern Pharma recogiendo el trofeo que le acredita como vencedor de la decimoquinta etapa de La Vuelta. UNIPUBLIC/SPRINT CYCLING
Quienes conocen a Pablo Castrillo Zapater disfrutaron, se emocionaron y se alegraron de su primera victoria en La Vuelta, una vez coronado el alto de la estación de montaña de Manzaneda, en la decimosegunda etapa de la ronda española; pero, más allá de la euforia del momento, no se sorprendieron de la gesta conseguida por el ciclista jaqués del Equipo Kern Pharma, sabedores del talento y fortaleza mental y física que atesora.
Con ese gran triunfo, en su debut en La Vuelta a España, en un día tan especial recordando a Manolo Azcona, el que fuera fundador del equipo navarro, que había fallecido horas antes, todo el mundo se daba por satisfecho con la proeza lograda por Castrillo; todos menos él, que en la etapa reina (143 km), entre Infiesto y el Cuito Negru, con el puerto de Pajares de por medio, ha vuelto a demostrar todo de lo que es capaz y ha dejado claro que la conquista de Manzaneda no fue una casualidad, sino la revelación de que estamos ante un ciclista con mucho futuro por delante.
Pablo Castrillo se ha confirmado en el Cuitu Negru como “uno de los grandes de La Vuelta 2024”, recoge en su web la organización de la ronda española. “Este domingo, el joven aragonés ha vuelto a mostrar su potencial escalador en las rampas más duras del coloso asturiano, donde ha conseguido batir a sus compañeros de escapada Aleksandr Vlasov (Red Bull-Bora-Hansgrohe) y Pavel Sivakov (UAE Team Emirates) para lograr la victoria en la decimoquinta etapa tres días después de su emotiva exhibición en la estación de montaña de Manzaneda”, añade.
El recital de Castrillo en el último kilómetro, en un duro pulso con Vlasov, ha estado a la altura de la lucha que han mantenido por atrás los favoritos a ganar La Vuelta, con Primoz Roglic (Red Bull-Bora-Hansgrohe) y Enric Mas (Movistar Team), que han puesto de manifiesto su fortaleza; mientras que el australiano Ben O’Connor (Decathlon-Ag2r La Mondiale) ha sabido sufrir para retener el maillot rojo de líder antes de afrontar el segundo día de descanso, en vísperas de la ascensión a los lagos de Covadonga.
La decimoquinta etapa no ha dado tregua en ningún momento y el UAE Team Emirates ha endurecido la carrera en la subida al alto de la Colladieta, la segunda ascensión de la jornada. El grupo se ha ido estirando hasta quedar en cabeza siete corredores y Pavel Sivakov no ha tardado en mostrarse como el más fuerte de la escapada. Marcando un ritmo imparable, se ha llevado a su rueda a Vlasov y Castrillo; sin embargo, la sorpresa la ha vuelto a dar el debutante corredor jaqués, de 23 años de edad, que de nuevo ha hecho gala de su valentía y convicción y no ha dudado en lanzar un potente ataque a 3 km de la meta, en las rampas más duras de la subida al Cuitu Negru, después de superar la estación de Valgrande-Pajares. El corredor del Equipo Kern Pharma ha dejado ver su gran potencial, capacidad, ambición y madurez en el último agónico kilómetro, en un mano a mano con Vlasov que ha solventado en las explosivas rampas del 24% para lograr su segunda victoria de etapa en tan solo tres días.
“Esta segunda victoria es un sueño”
“La verdad es que no me lo esperaba. Esta mañana tenía las expectativas de coger la fuga y a ver qué tal se daba, pero no esperaba para nada llegar aquí y poder ganar. Ya era increíble haber conseguido esa primera victoria, pero esta segunda es ya un sueño. Creo que es la mejor Vuelta posible. No sé qué más decir”, ha asegurado el corredor al poco de cruzar la meta levantando los brazos en alto.