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“Los habitantes de la Canal de Berdún volvemos a unirnos para conseguir dinero, más allá del que buenamente puede aportar el Ayuntamiento, y programar cultura en otoño”

Mercadillo de Berdún para recoger fondos destinados a organizar la programación cultural de otoñó, en una imagen facilitada por los autores del artículo.

Para muchos dirigentes de Aragón hablar de cultura es hacerlo de premiados escritores, pintores o fotógrafos cotizados, artistas famosos y grandes festivales. Eso no sería grave si el 98% restante de propuestas artísticas tuvieran un espacio donde mostrarse y si los pequeños pueblos aragoneses tuvieran la posibilidad de programar cultura más allá de las fechas estivales.

Se les llena la boca de “lucha contra la despoblación” e incluso se fotografían de vez en cuando, condescendientemente, en alguna humilde programación. Hablan de subvenciones y apoyos cuando la realidad es que estos llegan tarde o no llegan. Presentas un proyecto que te requiere de varios días ante el ordenador y luego pasa medio año sin saber si vas a recibir algo, y sobre todo, cuánto dinero tienes finalmente que poner de tu bolsillo para sacar adelante una programación otoñal en el pueblo.

Los habitantes de la Canal de Berdún volvemos a unirnos para conseguir dinero, más allá del que buenamente puede aportar el Ayuntamiento, y programar cultura en otoño. Ya se hizo una primera edición del mercadillo Zarri-Arte con el fin de recaudar dinero para la tercera edición del festival ArteSonado y en concreto, para la pintura con la que colectivamente se recrearon juegos tradicionales en el patio de la escuela.

Los habitantes y quienes tienen casa familiar en Berdún estamos en pleno mes de julio y agosto revolviendo falsas, sótanos, armarios, garajes y recónditos lugares para sacar a la luz montonadas de objetos que ya no usamos: lámparas, bicis, cascos, futbolines y demás juguetes, tiendas de campaña, adornos, material deportivo, pequeño electrodoméstico, antigüedades, sombrillas, sillas, ropa, calzado y complementos, menaje de hogar… Un largo catálogo de lo que para uno son zarrios y que para otro es la solución a una necesidad o el estímulo a una nueva posibilidad.

Alegría, creatividad y convivencia junto a mucho esfuerzo de recogida, limpieza, ordenación y valoración para que al final podamos sacar un dinero entre todas y todos para que este otoño nos permita invitar a todo el que quiera a ver actuaciones, conciertos o exposiciones y quizás a participar en talleres artísticos, de bailes o instrumentos. Veremos a cuánto nos llega…

Firmado: TOCHE MENAL (www.casachuglar.com) y CASA GARCÉS (Centro de Creación Artística)
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