Las jaurías (Les meutes, 2023)
Duración: 94 min. País: Marruecos. Dirección: Kamal Lazraq. Guion: Kamal Lazraq. Reparto: Ayoub Elaid, Abdelatif El Mansouri, Mohamed Hmimsa, Abdellatif Lebkiri, Lahcen Zaimouzen, Salah Bensalah, Mohamed Kharbouchi y Amine Arakhisis. Música:Pauline Rambeau de Baralon. Fotografía: Amine Berrada. Productoras: Barney Production, Beluga Tree, Mont Fleuri Production.
Estamos ante un film marroquí que ha captado la atención de público y crítica. El cine realizado en Marruecos es uno de los grandes desconocidos, aunque su industria posee una larga trayectoria. Antes de pasar a comentar Las jaurías, no quisiéramos perder la oportunidad de citar algunos títulos imprescindibles del cine marroquí: Otelo (1952). El director Orson Wllen utiliza el texto de William Shakespeare para realizar una versión peculiar, y muy querida en su país. De hecho, se llevó el Gran Premio del Jurado ese año en Cannes. AliZaoua, príncipe de Casablanca (2000) es otro gran ejemplo de cómo, con pocos medios y una gran historia, se puede llegar a realizar algo grande. No nos podemos olvidar Casanegra (2008), de Nour Eddine Lakhmari, con un esencial retrato de la sociedad marroquí espectacular a través de la vida de dos jóvenes de Casablanca.
Con estos títulos, puede que les hayamos abierto las puertas a un cine bien hecho y con buenas historias.
Ahora, vamos con La jauría. Un film sorprendente desde el comienzo, cuando una tarea sencilla, o eso es en apariencia, se puede complicar para que todo se convierta en una auténtica pesadilla. El perro de un traficante de Casablanca muere en una pelea canina. Ese será el punto inicial, cuando el traficante ordena secuestrar a uno de los responsables de la pelea. El protagonista Hassan acata la orden, involucrando a su hijo Issam como ayudante. En muchos momentos de la película es como si Quentin Tarantino estuviera tras la cámara. El responsable de guion y dirección es Kamal Lazraq (Casablanca, 1984) un realizador con pocos títulos en su filmografía y ferviente admirador de Ingmar Bergman, como ha declarado en diversas intervenciones.
Las jaurías está rodada con pocos medios y con actores no profesionales que aportan una autenticidad que ni el maquillaje, ni el atrezo hubieran conseguido con actores profesionales. Se ve el desgaste en sus caras, por una vida real, no por la magia del cine. El guion no desarrolla mucho a los personajes, pero no es algo negativo, porque la historia transcurre en una noche, y se centra en los hechos. Las vidas de los protagonistas no es lo importante, sí como resuelven su tarea. El propio director comentó que muchos de los diálogos fueron improvisados, surgiendo en cada toma. Todo posee un tono de humor negro que se acerca mucho a los hermanos Cohen. Casablanca, como escenario del film, se muestra como un lugar mágico, pero a la vez amenazador; otras, como caótico y a la vez bucólico. Es una visión muy particular de esta ciudad. Puede que Lazraq haya mostrado la ciudad en todas sus facetas. Una película fascinante, que engancha desde su comienzo, y a la que se le deben perdonar algunos fallos técnicos que no son importantes si valoramos el conjunto.
