50 AÑOS
Julio 1974

Ansotanos vestidos de traje de fiesta en una imagen de 1945. ALFONSO FORADADA
España es un país que no se preocupa excesivamente de sus tradiciones. La inmensa riqueza del tesoro artístico que civilizaciones sucesivas han venido depositando en el áspero y descarnado suelo ibérico explica que perduren por todos los ámbitos de la Península, restos de la España que fue. Dijérase que un exceso de grandeza hizo perder el justo aprecio de ellas y que la precaria situación a que la Península llegó en varias ocasiones de su historia, hizo que este tesoro, iniciase su ruina apenas contenida.
La prensa decía en 14 de junio de 1974, que funcionaba en Zaragoza una Asociación Española de Amigos de Ansó, y sus directivos, haciendo en colaboración con elementos afines, un positivo esfuerzo, deseaban inaugurar un Museo de Arte y Costumbres Populares en la Villa de Ansó, el día 14 de julio del corriente año.
Es el comienzo de una realidad. Se apreció la necesidad de constituir «Los Amigos de Ansó», para salvar, en lo posible, la bella tradición ansotana de sus costumbres. Pasar de repente al siglo XV, es maravilloso, y mucho más, si poco a poco, a pesar del cómodo coche, sin hacer a pie largas caminatas, se puede contemplar la belleza del valle, respirar su limpio aire, beber su rico agua, de la cual llegaremos quizás a padecer.
«Amigos de Ansó», después de 50 años de paciente espera, han acometido la ambiciosa tarea de crear por sus propios medios y esfuerzos el Museo de Arte y Costumbres Populares de la Villa de Ansó, con ayuda de la Iglesia y donación o depósito de enseres de sus moradores y simpatizantes den la idea para dar una magnífica impresión de la Sala de San Pedro, para lo cual han tenido que restaurar la cubierta que amenazaba ruina y que según una versión de los señores arquitectos, técnicos, de no acometer con presteza a su arreglo, es posible que no llegase al invierno sin desplomarse; renovar el entarimado y el cielo raso con madera del país, dejar limpias las paredes que son de piedra, hacer cómoda la escalera de acceso, completar la instalación con vitrinas en donde exponer en forma adecua los objetos a presentar, las innumerables piezas recogidas con todo amor e ilusión, para deleite de futuras generaciones, por lo cual esperamos que los organismos competentes nos ayudarán con los auxilios necesarios a llevar a buen fin esta obra de entusiasmo, que constituirá un ejemplo de cultura.
Quedamos sorprendidos de los coches que había por todas las calles de la villa, así como del numeroso público que asistió a la inauguración y que después de la Santa Misa firmaron en el Libro de Honor.
Hoy llevan el traje típico nueve hombres y una sola señora, deseamos que pueda vestir con donaire tan típica vestimenta largos años dicha señora, como demostración de una basquiña que perdura, y que reverenciamos con cariño y admiración, dejando la ilusión a la gente joven de que vista en señaladas circunstancias el bello traje de sus antecesores; esperamos que la ayuda que hemos de recibir de quien pueda no nos defraude, cumpliendo todos con nuestro deber.
Que teniendo la obra como suya. no la dejaremos caer en el olvido. Que solo lo que con esfuerzo se logra con perseverancia se mantiene.
Amigos de Ansó, 14 de Julio de 1974.