La actuación en los 9,5 km de la carretera N-330 ha tenido un coste de 3,2 millones de euros

Vista aérea del nuevo carril bici que discurre en paralelo a la N-330, en una imagen proporcionada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha comunicado la puesta en servicio del carril bici de 9,5 km de longitud entre los municipios de Jaca y Sabiñánigo. El carril se extiende en paralelo a la carretera N-330, entre los kilómetros 633 y 642, y busca promover la movilidad activa, sostenible y segura entre ambas localidades.
El proyecto, que incluye la rehabilitación estructural del asfalto, ha contado con una inversión de 3,2 millones de euros (IVA incluido), financiado con cargo al Plan de Recuperación.
Se trata, así, de una actuación pionera en una carretera interurbana, alineada con la Estrategia Estatal por la Bicicleta que busca fomentar el uso de la bicicleta en todos los ámbitos como, por ejemplo, el despliegue de infraestructuras específicas; como medio de transporte cotidiano, como actividad turística o como herramienta para el deporte y el ocio.
Esta actuación constituye una novedad para la convivencia entre la bici y el tráfico convencional en las carreteras, al implicar la instalación de la vía ciclista una limitación de la velocidad de circulación de vehículos a 50 km/h. Además, se ha dotado al tramo de señalización horizontal y vertical adecuada para garantizar que los carriles bici tengan prioridad sobre el tráfico general que circula por la calzada en las intersecciones y accesos de la carretera.
Adaptación de la vía y señalización
Las actuaciones se sitúan entre Sabiñánigo y Jaca, entre los kilómetros 633,240 y 642,790 de la N-330. En este tramo, la autovía A-23 discurre en paralelo a la carretera nacional, por lo que esta quedó en desuso para la mayoría de la circulación, adquiriendo un carácter de vía de servicio.
Se trata de una Ruta Ciclista Protegida en la que se venían aplicando medidas especiales de señalización, disminución del límite de velocidad e intensificación de la vigilancia.
El proyecto ha incluido las siguientes actuaciones a lo largo de este tramo de más de 9,5 km: reducción, hasta los 3 m, del ancho del carril para coches; implantación de un carril bici, reconfigurando la sección transversal mediante un pintado de las marcas viales y un coloreado con pintura antideslizante de la superficie del carril bici; reciclado in situ con emulsión en un espesor de 10 cm; extendido de una nueva capa de rodadura de 6 cm de espesor; instalación de señalización vertical; reposición de espiras de estaciones de aforo afectadas; elevación y/o reposición de sistemas de contención, y otras obras complementarias.
El proyecto se ha financiado con cargo a los fondos europeos NextGeneration EU, en el ámbito de uno de los programas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) ejecutados por la Dirección General de Carreteras. Esta unidad ya ha licitado obras por más de 75 millones de euros –sin IVA– de los fondos Next Generation EU para reformas que contribuyan a la protección de peatones, ciclistas y motoristas en el entorno de las carreteras del Estado, informó el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.