50 AÑOS
Julio 1974
La chimenea gótica de Casa de Hago en un conocido grabado de finales del siglo XIX.
En la portada del número extraordinario que «El Pirineo Aragonés» dedicó el pasado año 1973 a las Fiestas Patronales, vimos en una lámina espaciosa reproducida, en dibujo al parecer antiguo y de gran calidad en el detalle, la chimenea que hasta hace 60 años fue, en esta Ciudad, una joya de inestimable valor, y cuya ausencia definitiva y vicisitudes que la determinaron, voy a tratar de ampliar.
Dicen que fue en 1913 cuando un míster Deering la adquirió en Jaca por unos muy reducidos miles de pesetas, desconociéndose acaso en la venta la gran valía que, después, habría de atribuírsele en el patrimonio artístico local.
Ocupó más tarde un lugar destacado en el Museo de Sitges, gran pinacoteca ideada y llevada a cabo por el eximio Rusiñol, y en esa bellísima villa barcelonesa («La Blanca Subur»), ya cantada por Galdós en 1900, me enteraron de que, durante una visita a este Museo sitgetano, el Soberano Español a la sazón exteriorizó tan visiblemente su admiración por la sobrementada chimenea, que Mr. Deering se la regaló para que fuera colocada en la Biblioteca de la Residencia Real de Pedralbes de Barcelona, donde se encuentra en la actualidad, como preeminente joya del gótico, en la armonía artística de esa Cámara, según puede apreciarse por la foto que encabeza estas líneas.
De la importancia de esta chimenea jaquesa de nuestra calle Mayor habla elocuentemente el Espasa ya en 1926, y acaso el publicista la creyó todavía en Jaca en ese año. Creyendo será ignorada por los demás no resisto a copiar esa inserción. Dice así: «Casa de Hago». — Se llama así por ser sin duda el nombre de la familia que la poseyó. Su prístina fachada ha desaparecido; pero contiene en su interior, además de los restos de la primera escalera, y algunas molduras en las puertas, una suntuosa chimenea en el piso bajo, verdadera filigrana del arte gótico. Presentase en forma de dosel, sostenido por dos grifos con calados góticos que adornan su exterior; entre sus cuatro ángulos obtusos descuellan cinco pirámides y una en el centro. Entre los espacios se ven incrustados dos blasones en los que dos leones sostienen el escudo de armas de Aragón, y en el otro el formado por una banda diagonal, intermedia a dos estrellas, que sería seguramente el emblema heráldico del dueño de la casa. Es uno de los mejores tipos del siglo XV en su mejor periodo».
Lugar que ocupa la chimenea jaquesa en la biblioteca del Palacio Real de Pedralbes, en Barcelona.
Como dato curioso y por creer que vale la pena el mencionarlo, he de añadir que, ante el vacío ocasionado por el traslado a la Ciudad Condal de la chimenea jaquesa a que me estoy refiriendo, se compensó a este nutrido, admirado y valioso Museo de Cau Ferrat, residencia frente al mar de su donante Rusiñol, con una monumental chimenea de mármol blanco, procedente del Palacio de la Diputación de Barcelona, obra de Campos Arnau, con bellas esculturas del célebre José Llimona, representando a la Maternidad y la Cultura.
Y para final, y como algo que nos atañe y con relación a Sitges, hay en el Museo Marycel, enfrente al otro mencionado, nada más traspuesto el umbral y penetrando en un patio recubierto de azulejos, en el sitio más visible del muro sostén el último tramo de la escalera monumental, un escudo saliente esculpido en piedra, atravesado por una barra, en el cual se ven dos rosetones, estrellas y tres corderos, escudo sostenido por dos caballos alados. Hay unas hojas en la parte superior y como dibujo, dos grandes cordones a modo de borla, con marcados nudos en la inferior. Pues bien, este interesante escudo es procedente de Jaca, aunque no se cita del emplazamiento de que proviene, y cómo llegó hasta ahí.