“El proyecto Monster, promovido por el gobierno japonés da pistas de cómo será el transporte en el futuro, un plan que busca transformar el transporte de carga conectando grandes ciudades con enlaces logísticos automatizados, reduciendo emisiones y la dependencia de camiones”
El proyecto Monster pretende eliminar 25.000 camiones de las carreteras japonesas.
En el artículo anterior, veíamos que la adopción de tecnologías de automatización, más allá de ser una ventaja competitiva, en algunos países se ha convertido ya en una necesidad debido al desafío demográfico.
Al hilo de esta cuestión, Japón está pensando en un revolucionario proyecto que promete transformar completamente el transporte de carga. El plan, conocido como Monster, busca conectar grandes ciudades con enlaces logísticos automatizados y de cero emisiones. El objetivo es trasladar millones de toneladas de carga de manera silenciosa y eficiente, reduciendo drásticamente el número de camiones en las carreteras.
Desde febrero, un grupo de expertos del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo ha estado debatiendo esta ambiciosa iniciativa. Según The Japan News, se ha publicado un informe provisional que detalla los planes para completar un enlace inicial entre Tokio y Osaka para 2034. Este proyecto no solo responde a la necesidad de reducir la huella de carbono, sino que también aborda un problema demográfico significativo: la disminución de la población y, con ella, una previsible escasez de mano de obra en los próximos años.
El crecimiento del comercio online ha extremado la demanda de entregas, y se anticipa que para 2030, alrededor del 30% de los paquetes no podrán ser entregados debido a la falta de conductores de reparto. El enlace logístico automatizado busca mitigar esta crisis, trasladando tanta carga entre Tokio y Osaka como lo harían 25.000 camiones.
Aún no se ha definido exactamente cómo se logrará esto. Una de las ideas es el uso de cintas transportadoras gigantes para cubrir los 500 km que separan ambas ciudades, situadas a lo largo de la autopista o incluso a través de túneles subterráneos. Otra posibilidad es la construcción de carriles planos o túneles donde los palés puedan ser trasladados mediante carros eléctricos automatizados.
Construir un túnel de 500 km es una empresa colosal, con un costo estimado de 23.000 millones de dólares, sin contar las cintas transportadoras o los carros autónomos. Esto plantea la pregunta de si los camiones eléctricos autónomos podrían realizar el trabajo sin necesidad de tanta infraestructura. Con el proyecto previsto para comenzar en 2034 y considerando los avances en tecnología de vehículos autónomos, es plausible que para entonces veamos una cantidad considerable de estos vehículos en las carreteras.
El ministerio ha instado a las empresas privadas a financiar el proyecto, demostrando su seriedad en la realización del mismo. El ministro de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, Tetsuo Saito, comentó: “Este proyecto no solo abordará la crisis logística, sino que también ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Queremos avanzar rápidamente en las conversaciones sobre este asunto”.