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Quique Grávalos emocionó a los jaqueses con un pregón que invitó a “disfrutar de la vida”

Quique Grávalos emocionó a los jaqueses que este domingo, 23 de septiembre, asistieron a la lectura del pregón de las Fiestas de santa Orosia y san Pedro. Su intervención, distendida y salpicada con múltiples notas de humor, dejó también reflexiones profundas que alcanzaron de lleno los corazones de muchos de los asistentes. El pregón fue interrumpido constantemente por los aplausos, pausas para respirar profundo y seguir disfrutando de la algarabía en la que se convirtió la calle Mayor.

La jornada comenzó temprano con los almuerzos que los peñistas y grupos de amigos disfrutaron en más de una treintena de establecimientos de la ciudad. La iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Jaca y la Asociación de Empresas de la Jacetania (ACOMSEJA), tuvo una buena respuesta, como se pudo comprobar durante toda la mañana en los bares, restaurantes y calles de la ciudad.

El pregón y el lanzamiento del codetazo siguió los patrones de otros años, en una mañana soleada, pero de temperatura agradable. Con la llegada a la casa consistorial de las peñas Estrapalucio, Enta Debán y Charumba, dio comienzo el momento más esperado por todos.

El acalde, Carlos Serrano, acompañado de la concejal de festejos, Andrea Vargas, y del resto de compañeros de la corporación municipal, animó a los vecinos a disfrutar de las fiestas patronales. “Hoy es un día para coger fuerzas por dos motivos: para aguantar estos maravillosos días de fiestas, y porque todos vamos a luchar contra Duchenne”, indicó en referencia a la enfermedad degenerativa que padece Quique Grávalos y que se ha convertido en una causa común y compartida por todos los jacetanos.

Portando la camiseta roja de la carrera solidaria Jaca lucha contra Duchenne, un gesto de apoyo que también fue secundado por los voluntarios que colaboran en la organización de la prueba y varios vecinos de Jaca, Serrano agradeció el esfuerzo, en la preparación y organización de los festejos, que han realizado Andrea Vargas y el Consejo Sectorial de Fiestas, así como los trabajadores municipales y la brigada de Obras. Dirigiéndose a los peñistas y asistentes, recordó también que “estos días, solo hay que hacer una cosa: pasarlo bien, pero con responsabilidad”, al tiempo que valoró el empuje de Quique Grávalos para “conseguir unir a todo un pueblo por una causa justa”, como es la lucha contra la enfermedad de Duchenne.

¡Madre mía, quién me lo iba a decir! ¡Pregonero de las Fiestas de Jaca!

¡Madre mía, quién me lo iba a decir! ¡Pregonero de las Fiestas de Jaca!, comenzó diciendo Quique Grávalos, que agradeció al Ayuntamiento, al Consejo Sectorial de Fiestas y a las peñas por haber pensado en él para leer el pregón de este año. “Es un honor absoluto”, aseguró, portando en sus brazos los pañuelos de las tres peñas y la pañoleta granate que repartió el Ayuntamiento de Jaca entre la ciudadanía.

Grávalos no tuvo reparos en hablar de “la noche jacetana” y de sus escarceos festivos por los lugares que marcaron su juventud como el Cachito, el Pintakoda, el Bogart y el bar La Cuba, donde compartió largas sesiones jugando al “duro”. “No soy de los que se esconden. Al que no le guste, que no mire, no estoy aquí por ser mejor que nadie, pero tampoco por ser el peor”, señaló evocando aquellos años de vida en común junto a sus amigos de pandilla.

“Jaca desde siempre me lo ha dado todo, Jaca es la gente que la habita –y lo siento por Zaragoza, Huesca o Sabiñánigo–, pero aquí, en la primera capital de Aragón, ¡estamos lo mejor de España!, afirmó, provocando un gran aplauso entre la concurrencia.

“Una ciudad como Jaca, donde todos te conocen, te respetan y te ayudan”, añadió, agradeciendo “la solidaridad jacetana”, como ha quedado puesto de manifiesto en las dos carreras Jaca lucha contra Duchenne que se han organizado hasta la fecha, con más de 1.300 participantes y más de 80 empresas colaboradoras en cada una de las ediciones.

Mis padres, mis héroes

La enfermedad de Duchenne sigue siendo una afección desconocida para la mayoría del mundo, recordó Grávalos. “Va haciendo que nuestros músculos vayan perdieron su función provocando que acabemos totalmente dependientes”, una situación que sufren en primera persona aquellos que padecen este tipo de distrofia, pero también las familias que se encargan de su cuidado. En su caso, los cuidadores son sus padres, unos “auténticos héroes”, para los que pidió “una fuerte ovación, al igual que para el equipo de voluntarios que organizan la carrera y que se han convertido en su “familia”. “Ellos, sin que les tocara la enfermedad de cerca, lucharon con uñas y dientes y lucharán hasta que se queden sin ellos, algo que solo puede llenarme de orgullo”, señaló, nombrando expresamente a su “gran amigo Victorino, el gran capitán de los voluntarios jacetanos”. “Él solo ha sabido dirigir y lograr que en Jaca tengamos los mejores voluntarios del mundo”.

Quique Grávalos quiso que su pregón transmitiera también un mensaje de optimismo, el de un “jacetano de toda la vida”, de 42 años de edad, afectado por la distrofia muscular de Duchenne. “Tener una discapacidad, efectivamente, es una putada, pero hay una frase que siempre me ha gustado mucho: si la vida no te sonríe, hazle cosquillas. No por tenerla vamos a dejar de disfrutar de la vida; es más, tal vez la disfrutemos más todavía y la luchemos mucho más”, manifestó en uno de los momentos más emotivos de su intervención.

Asimismo, indicó que para que personas como él puedan tener plena “normalidad” y alcanzar la “accesibilidad total” en la sociedad, aún “hay mucho que mejorar”. Si bien Jaca, ha dado pasos “agigantados” en esa línea en las últimas décadas, queda todavía camino por recorrer, reivindicó.

La parte final del pregón la dedicó a las peñas, “el alma de las fiestas”. “Gracias a vuestro empujón existe Jaca lucha contra Duchenne, sin olvidar que el 21 de septiembre ¡tendremos el octavo día de fiestas!, aludiendo a la tercera edición de la carrera solidaria que este año saldrá del interior de la Ciudadela de Jaca.

Quique Grávalos animó a los jaqueses a disfrutar de las fiestas “por los que no pueden” hacerlo. “Hay muchos chicos como yo, que no tienen la oportunidad de estar en la calle y vivir unas fiestas como nosotros”, dijo, antes de concluir pidiendo “respeto, sentido común” y participación en unos festejos que “cada vez van a más”.

“¡Viva Jaca y felices fiestas!, gritaron al unísono Grávalos y su amiga y fiel escudera Sonia Capdevila, que la acompañó junto al atril, pendiente en todo momento de él.

Tras el lanzamiento del codetazo, las peñas desplegaron sus pancartas y las charangas inundaron de sonoridad la calle Mayor. Mientras, en el salón de recepciones de la casa consistorial, la corporación, acompañada de Quique Grávalos y su familia, de los voluntarios de la carrera solidaria y de los presidentes de las peñas, bridaron por las mejores fiestas.

Algunos momentos del comienzo de las Fiestas de Jaca, del pregón y de la recepción a Quique Grávalos en la casa consistorial. EL PIRINEO ARAGONÉS 
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