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Recorrido de BTT por el Pirineo aragonés, en una imagen facilitada por el autor del artículo.

Este es un artículo de opinión, que se engloba dentro de una serie de apuestas por el territorio. Con su difusión, Asamblea Canal Roya pretende mostrar otras alternativas de desarrollo para estos valles.


Un sábado cualquiera de temporada de esquí, subiendo a trabajar a una de nuestras estaciones. De repente, veo algo por el rabillo del ojo en el margen de la carretera que me saca de la monotonía de la conducción: cuatro coches están aparcados en el arcén de la nacional. Esto no tendría mayor trascendencia si no fuera porque están parados justo a la entrada del parking de la Canal Roya. Y se preguntarán: ¿por qué no han aparcado dentro del propio parking, como es lógico? Pues la razón es bien sencilla: hace una semana que nevó y la entrada sigue impracticable. Esto no es un caso aislado. Es solo un ejemplo de cómo la desidia se apodera de las instituciones, públicas y privadas; de cómo, con pequeñas actuaciones, se podría mejorar la oferta turística en el valle; de cómo, antes de emprender obras faraónicas (véase la unión Astún-Formigal), deberíamos acometer esos pequeños cambios que pueden facilitar el desarrollo del turismo en la comarca.

Por otro lado, también está el famoso tema de la “des-estacionalización” del turismo que hoy en día está tan de moda. Por más que le doy vueltas, sigo sin comprender de qué manera la unión por remonte mecánico de las estaciones va a atraer turismo fuera de las temporadas altas.

Hoy por hoy, las estaciones de esquí se limitan a eso, al esquí durante la temporada de invierno. Exceptuando Astún, que abre uno de sus remontes dos meses escasos en verano (temporada alta de uso turístico) y Panticosa, que hace lo propio con su telecabina (para uso turístico y algo de bici), el resto de las instalaciones permanecen completamente cerradas el resto del año. No es necesaria una inteligencia superior o un máster en economía para darse cuenta de que es imposible rentabilizar unas instalaciones tan costosas en un periodo tan breve, más aún teniendo en cuenta que el cambio climático ha llegado para quedarse.

Lejos de proponer nuevas construcciones deberíamos pensar en amortizar las ya existentes. Solo debemos darnos una vuelta por montañas vecinas para ver cómo el verano constituye una parte importante en la temporada alta. Estaciones como la Pinilla, en Segovia, poseen un bike park abierto durante casi todo el año (cerrándolo solo cuando hay nieve) que resulta bastante más rentable que la propia temporada de esquí. En el Pirineo francés o en Andorra también comienzan a ponerse las pilas con el verano… Pero donde llevan muchos años ya funcionando con este sistema es en los Alpes, donde cada estación de esquí durante el verano se transforma en un bike park para la práctica del descenso en bicicleta. En esta parte del Pirineo la única estación que apuesta por esta práctica es Panticosa, aunque en realidad no es la estación la que invierte en los circuitos, sino que es el propio ayuntamiento del pueblo quien se encarga de construir y mantener la infraestructura que conlleva el bike park. La estación, en este caso Aramón, se lava completamente las manos. Por eso, una vez más, nos encontramos con un producto sin terminar, lo que viene siendo una media tinta.

La BTT es todavía una actividad turística y deportiva a desarrollar aprovechando las infraestructuras de las estaciones de esquí del Pirineo aragonés. Fotografía facilitada por el autor del artículo.

Recientemente, han salido a la luz las nuevas actuaciones que, gracias a los fondos europeos Next Generation, se van a realizar en el valle del Aragón. Según reza el plan, dos partidas de 370.000 euros cada una, van destinadas a las dos estaciones del valle, Astún y Candanchú, pero no para el diseño y construcción de un bike park competente, sino para poner un trenecito turístico que una el Tobazo con la Tuca en el caso de Candanchú, y en el caso de Astún construir un mirador y adecuar los telesillas de la Raca para el transporte de bicis. ¿Para qué adecuar los telesillas para cargar bicis si no hay circuitos preparados para el descenso? Una vez más, me da la sensación de que se va a tirar el dinero y de que este proyecto, a priori tan suculento, morirá por falta de medios.

En mi humilde opinión, uno de esos pequeños cambios que deberían realizarse sería preparar el telesilla de Truchas, remonte que ya está abierto durante el verano, para el transporte de bicicletas e invertir el total de la subvención en el diseño y construcción de unos circuitos en dicha zona. Esto nos situaría como punto de referencia en el Pirineo atrayendo un turismo de calidad desde mayo hasta octubre.

Siguiendo con el tema de la des-estacionalicación de la zona, este tipo de turismo enfocado a la bicicleta crearía nuevos puestos de trabajo ya que por un lado está el mantenimiento de los circuitos en el caso del bike park, y también la creación y mantenimiento de la red de senderos por todo el valle; y por otro lado, los guías especializados que puedan ganarse la vida tanto con el guiaje por los senderos de la zona como en la formación de nuevos deportistas. La figura del guía de btt está todavía en desarrollo, pero poco a poco, gracias a una demanda en aumento, será un complemento perfecto para los profesores de esquí y guías de montaña, dándole un recurso más a una profesión en exceso precaria.

Firmado: NACHO MERINO OCAÑA (Guía de Alta Montaña, socio de la Cooperativa Guías Casa de la Montaña y propietario del bar la Casa de la Montaña en Jaca)
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