Tren de hidrógeno y eléctrico durante las pruebas realizadas en 2023 entre Sabiñánigo y Canfranc, en una imagen de archivo facilitada en su momento por ADIF.
Este es un artículo de opinión, que se engloba dentro de una serie de apuestas por el territorio. Con su difusión, Asamblea Canal Roya pretende mostrar otras alternativas de desarrollo para estos valles.
El Plan General de Carreteras de Aragón de la DGA para los años 2013-2024 en sus antecedentes señala: “Las carreteras son parte sustancial del patrimonio de Aragón, imprescindibles para atender las necesidades sociales de los aragoneses, para facilitar el acceso a los servicios educativos, sanitarios, administrativos, y para el desarrollo de las actividades económicas de Aragón”.
Huesca cuenta con 4.307 km totales, 883 km del Estado, 2.048 km de la Comunidad Autónoma de Aragón y 1.376 km de ámbito provincial.
Una buena red viaria reduce los accidentes de tráfico, desarrolla económicamente los núcleos urbanos, asienta población, facilita el transporte y vertebra el territorio.
Por otra parte, tenemos que tener en cuenta que esta zona nos hace especialmente competitivos en materia logística, dada nuestra situación geográfica. Pero solo eso no vale, una premisa fundamental para conseguir ese objetivo es tener unas buenas comunicaciones.
El esfuerzo por potenciar los parques industriales de Jaca y Sabiñánigo y la culminación definitiva de la zona industrial Martillué-Pardinilla nos daría un plus de diversificación para nuestra economía muy importante. Este polígono, cuando esté concluido, se ubicará al lado de la autovía que conectará (si la administración invierte y se culmina el trazado) ciudades importantes como Valencia, Sagunto, Teruel, Zaragoza, Huesca o Pamplona. Cuenta en su proyecto con un apeadero ferroviario y, además, la posible apertura en el futuro, de la línea Zaragoza-Pau para transporte de mercancías, eliminará el transporte por carretera con el consiguiente beneficio medioambiental. La empresa Adif realizó con éxito una prueba en el año 2023 con trenes propulsados con hidrógeno y electricidad.
No obstante, según algunas noticias publicadas últimamente, hasta 2030 no está prevista la finalización de la autovía, con tres tramos en obras al día de hoy y otros tres todavía por comenzar.
Estado de la carretera de Aísa-Jasa, en dos imágenes aportadas por el autor del artículo.
El desarrollo equilibrado de toda esta zona solo será posible si mejoramos las comunicaciones. En los últimos años apenas ha habido inversiones en las carreteras de esta parte del Pirineo, y la mayoría se encuentran en un estado muy precario. Prácticamente la totalidad de las carreteras de la Jacetania, el Alto Gállego y la la parte norte de las Cinco Villas, se encuentran con escaso o nulo mantenimiento, tal como experimentan cada día los habitantes de los pueblos afectados. No podemos entender que los habitantes de Ansó, Echo, Aísa, Bernués, Caldearenas o de la Guarguera tengan que ser ciudadanos de segunda clase.
Una noticia, publicada en El País y La Vanguardia el año 2022, haciéndose eco de los datos aportados por la Asociación Española de la Carretera (AEC), señalaba que Aragón era la Comunidad Autónoma de toda España con peor estado de firme de carreteras. La consecuencia de tener así la red viaria, aumenta en un 10% el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, incrementa la posibilidad de accidente y reduce la calidad de vida de los usuarios.
En esta zona es bastante difícil encontrar una carretera en buen estado. Casi todas ellas necesitan alguna actuación de mantenimiento en mayor o menor medida. No hay más que darse una vuelta por la carretera de la Guarguera, la A-1604, ir de Aísa a Jasa por la A-2605, por poner algún ejemplo, para darse cuenta de ello. La carretera que une Berdún con Ansó que recorre la Foz de Biniés, es otra vía degradada y falta de mantenimiento, cortada este último invierno por un desprendimiento. Los pueblos de Larués, Bagüés y Los Pintanos están unidos hoy con una carretera degradada y falta de inversión. En total, en toda esta zona (Jacetania, Alto Gállego y norte de Cinco Villas) hay unos 280 km de urgente actuación.
Todos estos pueblos están en un entorno envidiable. Los valles de esta zona del Pirineo: Ansó, Echo, Aragüés, Aísa, Aragón, Tena, la Guarguera, la zona de Salvatierra de Esca, de los Pintanos, o de Bailo, tienen impresionantes atractivos. Paisaje y patrimonio que los hacen apetecibles para el turismo, pero que también pueden ser muy interesantes para vivir, si las infraestructuras y los servicios son los adecuados.
La carretera que une Ansó con la localidad navarra de Garde es otro ejemplo de la dejadez en la conservación de los accesos secundarios de la Jacetania. La imagen ha sido facilitada por el autor del artículo.
El uso de los recursos públicos
Es verdad que el hecho de ser pocos habitantes en estas comarcas nos ha hurtado la posibilidad de influir en nuestro propio desarrollo, y de ser decisivos a la hora de elegir la forma de proyectar nuestro futuro. Hoy las decisiones que afectan a miles de personas de aquí, se toman por unos pocos de allá. Los nuevos proyectos de unir las estaciones de Astún y Formigal (felizmente paralizado, por el momento) y el reciente Plan Pirineoscon actuaciones como Oroel Park, puentes tibetanos, el mirador de la Raca, el mirador de Villanúa, campos de golf, el tobogán de Panticosa… vienen a reforzar la idea de que no hay ideas. No existe un criterio claro hacia dónde ir. Da la sensación de que los proyectos se elaboran como “ocurrencias” sin debatir y sin tener un modelo de desarrollo claro.
Debo confesar que la idea de convertirnos en un parque temático es algo que me preocupa.
Esos enormes recursos públicos destinados a enlazar estaciones privadas de esquí, o crear dudosas atracciones turísticas que en pocos años quedarán obsoletas, podrían emplearse para renovar infraestructuras, dotar de servicios esenciales a los pueblos, reabrir centros médicos, agilizar la construcción de depuradoras, apoyar a personas que quieran venir a vivir en los pueblos, potenciar el sector primario, la ganadería, la industria forestal… apoyar inversiones que asentaran población y crearan economía.
Vemos cómo se puede plantear dilapidar dinero público en proyectos que muchos habitantes de estos valles no entienden y como, parece ser, no hay recursos para mejorar la vida de las personas o generar oportunidades de negocio.
Para confrontar estos dos planteamientos, podemos fijarnos en este ejemplo: por un lado, el proyecto de unión de estaciones por Canal Roya estaba presupuestado en 28.278,95 euros más IVA. La cifra que se barajaba como probable total era de 34.000.000 euros. Este proyecto pretendía consumir recursos públicos que se iban a invertir en una infraestructura de explotación privada. El dinero, claro está, lo poníamos todos y tenía el agravante de afectar a un valle virgen como Canal Roya y de tener un futuro bastante complicado. Los datos estadísticos y el mundo científico, con dolor para muchos negacionistas, muestran la evidencia de que estamos en medio de un evidente cambio climático.
Por otro lado, en estos valles, como ya hemos dicho, tenemos aproximadamente 280 km de carreteras que necesitan urgentemente una actuación para que se pueda circular por ellas sin peligro. Pues bien, tomando como referencia los precios actuales por los que se han presentado las obras de acondicionamiento del tramo de la A-1205 Bernués-Jaca, el acondicionamiento de estos 280 km ascendería a 41.970.000 euros. Si el acondicionamiento de todas estas carreteras se hiciera con una actuación menor, tomando como referencia el precio de la obra del tramo de Javierrelatre-Latrás de la HU-V-3003, la cuantía ascendería a 27.364.440 euros.
Conclusión
La conclusión es que con la inversión prevista para el telesilla que iba a unir Astún con Formigal se podría mejorar todas las carreteras de la Jacetania y el Alto Gallego, con el evidente beneficio en la calidad de vida de sus habitantes. Pero no solo eso, pues el tener una buena red de carreteras atraería otra clase de turismo que nos permitiría desestacionalizar la oferta. Nuestros paisajes atraerían, sin duda, oportunidades de negocio: rutas ciclistas, rutas moteras, rutas culturales, accesos a pueblos y valles que hoy, con las carreteras que hay, se convierten en un tormento. Por otra parte, diversificaríamos por el territorio la masa turística que, en periodos como Semana Santa, verano o Navidad, se concentra casi exclusivamente en Jaca, el valle del Aragón y el valle de Tena.
Sin embargo, los datos son desalentadores. A octubre de 2023, tan solo se había ejecutado el 22% del Plan General de Carreteras 2013-2024, según datos ofrecidos por el director general de Carreteras en la Comisión de Fomento de las Cortes.
En los últimos años, apenas ha habido inversiones en carreteras en estos valles. Algún parcheo, alguna obra menor (unos pocos kilómetros en la Guarguera o en la carretera de Villarreal de la Canal a Fago) manifiestamente mejorable, y poca cosa más. Mientras tanto, el paso del tiempo y la meteorología van haciendo su labor y las administraciones, centrándose en proyectos vacuos, dilapidan recursos económicos que no aportan valor al territorio, no generan economía y no asientan población.
Estamos a tiempo. Es necesario que diversifiquemos nuestra economía. Es importante que las distintas administraciones se den cuenta de que hay otras oportunidades más allá de la nieve y del turismo masivo.
¡Canal Roya Parque Natural!
Firmado: FERMÍN GARCÍA LÓPEZ
Fuentes
https://jacetaniaexpress.com/978-000-euros-para-mejorar-la-carretera-que-une-javierrelatre-y-latras/
https://transparencia.aragon.es/sites/default/files/documents/plangeneralcarreteras_2013-2024.pdf