Durante Semana Santa, se detectaron dos viviendas con huéspedes alojados cuyos datos no habían sido comunicados, y otra que funcionaba sin estar dada de alta
Vista del Llano de Samper y el Paseo de la Cantera de Jaca. EL PIRINEO ARAGONÉS
La Policía Nacional ha intensificado las inspecciones a viviendas de uso turístico (VUT) en Jaca y Huesca. Tras la campaña informativa realizada antes de Semana Santa, para recordar las obligaciones de los propietarios de este tipo de viviendas, se han incrementado los controles para verificar si cumplen con los requisitos de registrar y comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad los viajeros que se alojan en ellas.
En Jaca, como consecuencia de las inspecciones llevadas a cabo por agentes de la Comisaría de Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local, se detectaron dos viviendas con huéspedes alojados cuyos datos no habían sido comunicados dentro del plazo de 24 horas desde que se produce la entrada del cliente. Los agentes localizaron igualmente una vivienda que funcionaba como uso turístico, pero que no había sido dada de alta como tal. Además, otras tres viviendas inspeccionadas habían reconvertido su actividad como alquileres de larga duración, sin comunicarlo previamente a las autoridades. A este respecto, la Policía Nacional indica que es recomendable informar del cese de las viviendas que dejan de funcionar como uso turístico.
Obligaciones de los alojamientos turísticos
Por motivos de seguridad ciudadana, tanto las personas físicas como las jurídicas que ejercen actividades de hospedaje tienen la obligación de llevar un registro documental y de comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la identidad de los huéspedes que alojan. De igual manera, los alojamientos destinados a tal fin han de realizar la correspondiente inscripción en el Registro de Turismo del Gobierno de Aragón.
La persona que esté ejerciendo actividades de hospedaje tiene que ponerse en contacto con la Policía Nacional o aquel otro cuerpo de seguridad que tenga competencia en el lugar donde esté ubicada la vivienda, quienes le acreditarán y le facilitarán un usuario y contraseña para poder comunicar informáticamente los datos.
Una vez acreditado como anfitrión de alojamiento turístico, se puede acceder al programa habilitado por el Ministerio de Interior, incluso desde cualquier terminal móvil, y rellenar fácilmente así los datos de los huéspedes, que se envían telemáticamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El incumplimiento de esta obligación supone una infracción de la Ley Orgánica 4/2025, de Protección de la Seguridad Ciudadana. La carencia de estos registros o la omisión de estas comunicaciones obligatorias supone una infracción grave, que conlleva una sanción de multa que puede ir desde los 601 a los 30.000 euros, en función de las circunstancias.