Ya en 1523, cuando se publicó la obra El Príncipe, su autor, Maquiavelo, conocido como el padre de la ciencia política moderna, exigía a sus gobernantes tres valores importantísimos: prudencia, templanza y justicia.
Como jaqueses, nos conformaríamos con que el Alcalde de nuestro municipio, el alcalde de todos, de los que le votaron hace nueve meses y de los que no, mostrara serenidad, sentido de la responsabilidad institucional, buenas maneras en sus intervenciones, respeto por las opiniones diferentes y capacidad de entendimiento. En definitiva: prudencia, templanza y saber estar. Comportamientos que por desgracia no se dan en muchas ocasiones, muy al contrario, van decayendo conforme transcurren los meses de gobierno municipal.
Nos gustaría compartir con las vecinas y vecinos de Jaca la profunda preocupación que sentimos casi la mitad de la corporación por el comportamiento de nuestro alcalde. Abundan las tensiones, crispación, polarización de posturas, faltas constantes de respeto… circunstancias muy desagradables que hasta ahora solo se daban en la política nacional y no llegaban a los ayuntamientos, las instituciones más cercanas a los ciudadanos. Quizás porque una de las cosas más bonitas que tiene la política municipal es la posibilidad de alejarse de todos esos focos y de configurar corporaciones formadas por vecinos del municipio, que queremos trabajar por mejorar nuestros territorios y la calidad de vida de nuestros vecinos, de nuestras familias, de nuestros amigos… Lo esperable, para los ciudadanos y para los concejales, es que esto se hiciera siempre con la información y trasparencia necesarias, en medio de un buen ambiente de trabajo y, ante todo, con respeto al que opina diferente y con la capacidad de negociar y llegar a acuerdos por el interés general, por el interés de todos los jaqueses, no por intereses meramente partidistas.
Queremos que todas las vecinas y vecinos de Jaca sean conocedores de que lamentablemente esto no está sucediendo en Jaca desde el cambio de gobierno en junio de 2023, y consideramos que el alcalde es el máximo responsable de que esto ocurra.
Hace meses que el señor Serrano comenzó a “enseñar la patita” con sus malas formas, sus respuestas desagradables subidas de tono y su actitud vehemente, incluso agresiva cuando escucha algo que no le gusta.
Este modus operandi ha ido in crescendo cuando aquello que no le gusta, ya no lo escucha solo por parte de la oposición, sino de la ciudadanía, de las asociaciones y colectivos del territorio, y más aún cuando los diferentes medios de comunicación se hacen eco de estas opiniones e inquietudes de la sociedad jaquesa. Hemos visto cómo pierde el control, algo que jamás debería ocurrir a un alcalde, porque piensa que la única verdad es la suya y lo demás son noticias falsas, mentiras y bulos.
Nos asombra que pese a no ser nuevo en política y llevar ya nueve meses como alcalde de Jaca desconozca lo que se espera de alguien en su posición institucional. Quizás lo conoce, pero lo único que pretende es utilizarla como imagen del Partido Popular, no del municipio de Jaca. Es ya habitual que mezcle la institución que representa con las posiciones y manifestaciones partidistas, el último ejemplo lo vimos en el pleno de este mismo mes de marzo.
Tras las elecciones del pasado 28 de mayo en Jaca, no había ni por asomo mayorías fáciles. El equipo de gobierno representa a menos de la mitad de la corporación, gobiernan en minoría con ocho concejales aun siendo un tripartito (PP, Aragoneses y VOX). Y con ocho concejales, escribimos la oposición esta carta de opinión. Esa igualdad debe ser un motivo de más para escuchar a otras fuerzas políticas, para intentar llegar a acuerdos, para tomar posicionamientos de consenso, no para intervenciones con vehemencia y que miran por encima del hombro. Hay que dialogar, que es el arte de hacer política para poder sacar adelante acuerdos por el interés general, esto es lo que esperan los ciudadanos de sus representantes.
Nos gustaría recordar al señor Serrano que ya no es el líder de la oposición, que es el alcalde, aunque lo que haya impartido en estos nueve meses bien podría ser un máster en hacer oposición a la oposición. Por eso, a través de estas líneas le solicitamos que cambie de actitud, que las formas en el trato se adecúen a la corrección que se espera no de un alcalde sino de cualquier persona, y que cuando actúe como primer edil de Jaca no sea “un perro de presa” del Partido Popular.
Señor Serrano, sea prudente, sepa estar y tenga templanza. Las jaquesas y los jaqueses se merecen un alcalde para todas y todos, no solamente para quienes le votaron.