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Las movilizaciones del sector primario provocaron grandes retenciones de vehículos en la Jacetania y el Alto Gállego

Una de las concentraciones de agricultores y ganaderos que tuvieron lugar este domingo en la Jacetania y el Alto Gállego, en una imagen facilitada por los propios convocantes.

El sector primario de la Jacetania y el Alto Gállego se sumó el domingo a las movilizaciones convocadas por el sector en toda la provincia de Huesca. Más de un centenar de tractores cortaron los principales accesos a las carreteras de ambas comarcas, provocando largas retenciones de vehículos, al coincidir las protestas con el horario de regreso de los turistas a sus localidades de origen. Entre Puente la Reina de Jaca y Berdún, en la N-240, se concentraron medio centenar de tractores, que cubrieron a marcha lenta los 9 km que separan ambas poblaciones. En Jaca, las tractoradas, en las que tomaron parte unos 25 vehículos agrícolas, se produjeron en el entorno de la rotonda de Guasa, en el acceso a la autovía A-23, y en la salida de la N-240, mientras que, en Sabiñánigo, con presencia de más de 30 tractores, se localizaron en la N-330 entre Cartirana y Aurín y Lanave y Rapún.

En el conjunto de la provincia, la movilización fue secundada por 359 tractores, según informó la Delegación del Gobierno en Aragón, que recordó que fueron protestas que “no habían sido comunicadas previamente”, si bien, en el momento que se tuvo conocimiento de ellas, “la Guardia Civil actuó para controlar el tráfico y preservar la seguridad”.

Los agricultores recordaron que, aunque no les gusta recurrir a este tipo de acciones, “es la única forma de dar visibilidad” a sus reivindicaciones y de mostrar su malestar respecto a las políticas europeas y la situación de indefensión de mercado frente a países terceros que lastran la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias.

“Es importante que la gente se dé cuenta de quién produce los alimentos, de dónde vienen y quién trabaja el campo”, señalaron los agricultores de la Jacetania y el Alto Gállego, que con estas acciones quieren poner de manifiesto la realidad en la que se encuentra el sector y las trabas que sufren los profesionales de un territorio, que “prioriza el motor económico del turismo, dejando de lado al sector primario”.

Por ello, los más de 250 agricultores y ganaderos de ambas comarcas se han organizado de forma espontánea y “apartidista” para convocar movilizaciones y tractoradas que tendrán continuidad este martes en las calles de Jaca. Se trata de poner de manifiesto las dificultades a las que tienen que hacer frente los profesionales del sector y visibilizar las reclamaciones que son comunes a todos ellos.

El punto de encuentro será el aparcamiento del cementerio de Jaca, a las 11:00 horas, para recorrer las calles de la ciudad en una marcha que durará desde las 12:00 hasta las 14:00 horas.

Las reclamaciones se centran, principalmente, en la solicitud de mejoras en la relación con la administración; en la necesidad de articular una PAC (Política Agraria Común) más justa y flexible, que tenga en cuenta la realidad de la agricultura y ganadería de montaña; en que se establezca un precio justo en origen por sus productos, y en conseguir una regularización del precio de los insumos, además de otras propuestas que se han recogido en el manifiesto que se publica a continuación y que se leerá al finalizar la tractorada.

Las protestas, que se están llevando a cabo en toda Europa, con especial incidencia en Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Grecia y Portugal y en países fronterizos con Ucrania, como Polonia, Lituania y Rumania, han puesto de manifiesto la capacidad de movilización que tiene el sector primario, que supone el 1,9% del PIB europeo y el 5% del empleo total. Son más de 137 millones los habitantes que residen en los entornos rurales, según la Comisión Europea, que se dedican en su mayoría al sector servicios y a la industria, mientras que el sector agropecuario solo representa el 12% de su empleo. Sin embargo, el impacto de sus protestas ha alcanzado una gran dimensión, ya que se trata de un sector estratégico. “Si el campo no produce, la ciudad no come”, indican los agricultores y ganaderos de la Jacetania y del Alto Gállego.

En el caso de la PAC, consideran que sería necesario garantizar el efecto redistributivo de sus 378.000 millones de euros consignados para el periodo 2021-2027, ya que, hasta ahora, un 20% de los propietarios acaparan hasta el 80% de los pagos directos, según datos de la propia Comisión Europea. Además, la reciente reforma que entró en vigor en 2023, solo exige que al menos el 10% de las ayudas se destinen a las pequeñas y medianas explotaciones y reserva un ínfimo 3% para los agricultores jóvenes.

Concentraciones, tractoradas y retenciones de vehículos en la Jacetania, en unas imágenes facilitadas por los agricultores y ganaderos.

Manifiesto

El sector de la agricultura y la ganadería nunca ha sido un sector fácil: largas jornadas de trabajo, grandes inversiones, siempre lidiando con las inclemencias del tiempo, etc. Sin embargo, a pesar de las dificultades, en un momento de nuestras vidas decidimos dedicarnos a él, continuando el legado de nuestras familias. Decidimos quedarnos en nuestros pueblos y hacer lo que habíamos mamado desde críos y más nos apasiona: criar ganado y cultivar la tierra.

Aunque las condiciones de nuestra comarca no son las más amables en cuanto a orografía del terreno se refiere o el tamaño medio de las explotaciones —más pequeñas que en otros territorios— nos podemos enorgullecer de otros aspectos positivos como los fértiles secanos que producen cosechas de gran calidad en años de bajas precipitaciones o las jugosas praderas naturales que alimentan a nuestro ganado.

No debemos olvidar que el sector agrario ha modelado el paisaje que hoy conocemos, que tanto gusta al turista que nos visita, y que sigue cuidándolo y manteniéndolo cumpliendo una función social y ambiental. Lamentablemente, el turismo se ha situado como un sector estratégico en nuestra región dejando de lado al sector primario y, en definitiva, al mundo rural.

Algunos dicen que “vivimos de la PAC” cuando, en el fondo, la ayuda que percibimos es tan solo una compensación a los bajos precios en origen que recibimos por nuestros productos, al alto coste de los insumos y una garantía para afrontar años de malas cosechas. Además de que, en muchos casos, los que la cobran no somos precisamente los que cultivamos la tierra.

Otros dicen que “contaminamos el medio ambiente” cuando lo que hacemos es emplear los recursos y tecnologías que tenemos a nuestra disposición de una forma racional y eficiente porque de ello dependen nuestras cosechas y nuestra economía.

Nos critican por usar maquinaria que cuesta miles de euros, pero no dejan de ser nuestras herramientas de trabajo, necesarias para el manejo de las explotaciones; maquinaria que supone un gran esfuerzo económico a veces difícil de rentabilizar.

Desde la administración nos tratan casi como a “delincuentes”. Nos acribillan a inspecciones, notificaciones, nos ponen trabas a proyectos, nos dicen qué debemos hacer y qué no creando un clima de desconfianza siendo que, por norma general, nadie mejor que el propio agricultor o ganadero sabe lo que es mejor para su explotación gracias a su experiencia del día a día y a que la rentabilidad de su empresa depende de su buen hacer.

Campo de cereal en La Solana de Jaca, en la pasada primavera. EL PIRINEO ARAGONÉS

Por ello, nos hemos echado a la calle para manifestar nuestro malestar y desde aquí revindicamos:

  • Una PAC justa y flexible con un pago digno y a tiempo que nos permita vivir de nuestro trabajo.
  • Unos eco-regímenes y medidas que tengan en cuenta la realidad de nuestra zona.
  • Una comunicación fluida con la administración que facilite nuestra labor y no se convierta en un lastre.
  • Un precio justo en origen por nuestros productos y una regularización de los precios de los insumos.
  • Permitir y priorizar el aprovechamiento de recursos como el agua que nace en nuestras tierras y tan solo nos permiten verla correr.

Porque no somos radicales ni nos abandera ningún partido político ni sindicato. Solo somos agricultores y ganaderos que no queremos que el mundo rural se muera y deseamos que nuestra pasión siga siendo nuestro oficio.

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